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Río Gallegos es la capital de la provincia de Santa Cruz. Con cerca de 100.000 habitantes hace años que no tienen una sala de cine. Estuve hace muchos años en la misma y lo único que recuerdo es a los autos estacionando en la costanera de costado al viento, porque si lo hacían de frente las puertas no se podían abrir y si era de culata al mismo las puertas se podían romper del golpe. Al ponerlos de costado al viento, todos entraban por el mismo lado.
Una ciudad que por su clima invita a ir al cine... pero no podían. Poco importaba que fuese la "capital presidencial" de los últimos 10 años... a nadie le importó poner un cine.
Varias veces escribí sobre lo absurdo de que esta ciudad no tuviese una sala. A algunos kilómetros de la misma, saltando el estrecho de Magallanes (que una vez lo hice en el noble Fokker F27 de LADE) está Río Grande con menos habitantes y dos salas digitales hace varios años. Ellos no tienen problemas de cine. Ushuaia tampoco, que resistió muchos años con una sola sala y ahora además hay un complejo Sunstar.
Pero este absurdo terminó. En el mismo lugar donde hace un año y medio pusieron una sala trucha (y acá fue contado) ahora han comprado un proyector digital están anotados en el INCAA y ante las distribuidoras. Me avisó Martin Adami de Bardan, quienes le vendieron el proyector digital.
Los medios de la ciudad informan que la sala tiene unas 100 butacas. Pero lo mejor es que ya están reportando a Ultracine sus cifras y son excelentes.
En sus primeros cinco días ha vendido 1.943 entradas entre Transformers 4, Guardianes de la galaxia y Aviones 2.
Lo llamé a don Cacho Ortíz de Lumiere, quién programa la sala y me dijo contento "clavaron 17 sold outs en cuatro días". Y me anticipó que muchos se sorprendieron por el resultado y ya están pensando en dos salas más para comienzos del 2015 "con patio de comidas y todo".
Y que están decididos a hacer las cosas tan bien, que ya tienen venta online habilitada. Ojalá puedan avanzar, porque era obvio que un cine en la ciudad sería un éxito, como ya pasó en La Rioja donde tampoco hubo salas por muchos años.
Pero saber que ya dejaron de ser la oveja negra de todas las capitales provinciales es una buena noticia que merece ser festejada. Pensé que no viviría para escribir esta noticia... Brindo por el cine de Río Gallegos!
