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Betibú se estrenó en marzo pasado en poco más de 100 salas. Un gran elenco y el trabajo de una "Major" como Warner lograron que tuviera buenas ventas proporcionales a la salida. Hoy la película ronda los 260.000 espectadores.
Este jueves se estrena Muerte en Buenos Aires en 114 salas y con una presencia con publicidad en muchos medios de comunicación (incluso en este sitio mediante una agencia) y una campaña de vía gráfica no habitual para una producción nacional sin grandes estrellas. Trabaja un Darín, pero hijo. Además es una ópera prima.
Para destacar que de ese total de salas 70 son digitales.
Algo similar se vio hace pocas semanas con Gato negro ocupando toda la ciudad y vías de acceso con grandes carteles. Si bien tuvo menos copias, sus ventas están por los 55.000 espectadores. Ahí hubo un gran gasto que no salió del INCAA precisamente. Hubo varios productores asociados con buen poder económico. Los números claramente no los acompañaron.
Muchas veces hay quejas de que el cine nacional no tiene la difusión publicitaria necesaria. Pero casos como el de Muerte en Buenos Aires servirán para analizar con los números de Ultracine puesto los resultados. ¿Cuanto realmente sirve esta movida marketinera. ¿Se recupera la inversión?
Lo concreto es que Muerte en Buenos Aires salió con más presencia publicitaria que el tanque de la semana Godzilla (que tiene el doble de copias). Desde el viernes podremos ver si esto fue útil y los espectadores dieron acuse de recibo. Será caso de estudio sin lugar a dudas.
