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Todavía no logré discernir que fue exactamente, pero esta película me gustó. El año pasado el director Juan Pablo Buscarini se destacó con
El Ratón Pérez que pegó muy bien entre los más chicos y estaba fabulosamente realizada. Las escenas del ratón estaban muy bien hechas y eran lo mejor del film, además que tenía una historia bastante original acerca de lo que ocurría con el destino de los dientes.
Este año Buscarini se mete de lleno en el género de la animación con una película que me sorprendió (tal vez sea eso porque me gustó) por la manera en que fue encarada.
La idea de ver la historia de Noé en un film animado para chicos no sonaba a priori muy atractivo y creo que la mejor característica que tiene El Arca es que entretiene al público de todas las edades.
Sorpresivamente la película tiene varios guiños hacia los adultos y el guión es bastante irreverente, para lo que podía esperarse de una clásica historia bíblica. Esto no suele ocurrir en la producciones nacionales donde por lo general el tono infantil predomina en todo el film.
Confieso que me resultó gracioso ver a Dios preocupado por encontrar frases atractivas para escribir un buen best seller o la ardilla que pide en el arca, que se regule el uso de fármacos.
La película es muy bizarra y eso la hace divertida.
Por otra parte, la animación está cuidada y es mucho mejor que la de Isidoro. Acá por lo menos los escenarios tienen vida.
Un tema es el doblaje, donde convocaron para varios personajes a figuras conocidas de la televisión para hablar en un castellano neutro.
Por lejos el mejor laburo es el de Juan Carlos Mesa, una autentico MAESTRO del humor que está excelente como Noé y también sobresale, Jorge Guinzburg, Marian Fabbiani, y profesionales de este trabajo como Mariano Chiesa y Lucila Gómez (Patoruzito) que están a cargo de los roles protagónicos.
El peor es por lejos Alejandro Fantino, que te da risa con sólo escucharlo porque habla como una especie de egipcio, salido de una obra de teatro de Jorge Corona.
Aparte se nota que está leyendo un papel y no interpretando a su personaje. De todas formas la culpa no es de él sino de quien lo convocó. Supongo que no debe ser fácil para alguien que no está acostumbrado a ese laburo doblar un personaje animado. Aunque tampoco es excusa ya que el periodista Matías Martin sin ninguna experiencia se destacó en el doblaje argentino de Los Increíbles. Lo de Fantino es distinto. Simplemente era el hombre equivocado para hacer de Jafet, el hijo de Noé.
Si tenemos en cuenta que hasta no hace mucho tiempo el cine de animación nacional para chicos lo representaban propuestas como Manuelita o Los Pintín, el Arca de Buscarini es un buen avance en todos los sentidos y se va a disfrutar en las inminentes vacaciones de invierno.