4 de Julio, la masacre de San Patricio

La masacre de San Patricio es uno de los hechos más trágicos y tristes ocurridos durante la última dictadura militar que como muchos otros casos todavía sigue impune.
El 4 de julio de 1976 los sacerdotes de la Iglesia San Patricio, Alfredo Leaden, Alfredo José Kelly, Pedro Duffau y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti fueron asesinados en el establecimiento ubicado en el barrio de Belgrano.
En un principio las autoridades militares adjudicaron el hecho a grupos extremista de izquierda, pero la evidencia que se encontró en el lugar del crimen dejaba en claro que los responsables eran grupos paramilitares.
Los asesinos escribieron en una puerta y en una alfombra de la habitación donde se produjeron los crímenes las siguientes frases: “Por los camaradas dinamitados en Seguridad Federal. Venceremos. Viva la Patria” y “Estos zurdos murieron por ser adoctrinadores de mentes vírgenes y son M.S.T.M”.
Esa sigla corresponde Al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
Dos días antes de la masacre había estallado una bomba en la Supernintendencia de Seguridad Federal, donde murieron 15 policías y se cree que la masacre de los sacerdotes fue un acto de venganza por ese hecho.
En estos últimos años he visto mucho documentales sobre la dictadura militar y la gran mayoría de ellos cuando no resultaban panfletos políticos tenían una pobre producción periodística.
4 de julio, La Masacre de San Patricio es un muy buen film de Juan Pablo Young y Pablo Zubizarreta que retrata una historia terrible que no es tocada con frecuencia en los medios.
Existe muchísima gente que desconoce o ya no recuerda este hecho.
Para ser honesto, yo no estaba al tanto de los detalles del caso, aunque sabía que había ocurrido y el film me sorprendió por la cantidad de información que brinda en 98 minutos.
El documental está muy bien hecho. Comienza con la historia de la Iglesia y los curas palotinos, luego se presenta a las víctimas y por supuesto el crimen.
Hay excelentes entrevistas a familiares, compañeros de los sacerdotes asesinados y el periodista Eduardo Kimel, quien investigó los hechos en profundidad y publicó un libro sobre el tema a fines de los años ´80.
Su historia es insólita porque después terminó querellado por acusar al juez de la causa de incompetente. Esta es una de las subtramas interesantes que tiene este film.
Lo bueno del documental es que no se estanca en el crimen, sino que narra que fue lo que pasó todos estos años con el caso en la Justicia y los sacerdotes de la Iglesia que eran amigos de las víctimas.
Sin embargo, el problema de esta película es que fue vendida de manera errónea, ya que no cumple del todo con lo que promete. Es decir, en las sinopsis oficial, que se puede leer en esta ficha, queda la sensación que el film va a revelar o explicar cuáles fueron los motivos de la masacre y eso nunca ocurre en el documental.
Hay indicios y testimonios que muestran como responsables de los hechos a un grupo paramilitar pero los motivos de la matanza no son explicados y no queda claro por qué murieron las cincos personas, que ni siquiera estaban relacionadas con actividades políticas.
No existe de acuerdo a la historia de las víctimas y la Iglesia una causa clara por la que los sacerdotes resultaran asesinados por militares. Los curas palotinos no tenían un gran peso dentro de la Iglesia Católica argentina y no se destacaban entre los sectores más comprometidos a nivel social. Entonces ¿Por qué?
Dentro de la locura que existía en aquellos años y cómo funcionaba la dictadura, la masacre de San Patricio es todo un misterio que hasta el día de hoy no tiene respuesta, ya que la causa sigue abierta.
Más allá de este punto, el documental es una gran propuesta para conocer en detalle este caso que continúa impune.