Sobrevivientes: Después el terremoto

Sobrevivientes: Después del terremoto (traducción larga para Concrete Utopia) rescata a un tremendo actor del cine coreano como Lee Byun-hun, quien después de 13 años tuvo la chance de sobresalir con una gran interpretación.

La última película notable que hizo fue el thriller policial, I saw the Devil, de Kim Jee –woon (A Bitersweet Life) y luego su carrera se puso rara con una desastrosa incursión en Hollywood donde terminó menospreciado por la industria norteamericana.

Pese a que podía expresarse en inglés con fluidez sólo consiguió roles intrascendentes en filmes como G.I. Joe, Red 2, Terminator; Genisys y la remake de Los siete magníficos que lo desaprovecharon por completo.

Tras su regreso al cine asiático tampoco hizo grandes filmes memorables y con este nuevo proyecto finalmente encontró un rol donde pudo destacarse.

El director Um Tae-hwa, quien inició su carrera como asistente de Park Chan-wook, desarrolla un atractivo film que combina el subgénero del cine desastre con el thriller psicológico.

Luego que un terremoto destruye la mayor parte de Seúl, un edificio ubicado en el centro de la ciudad queda intacto.

Cuando llega el invierno y los forasteros sobrevivientes se acercan al lugar en busca de refugio los propietarios entienden que el colectivismo no es la mejor idea para cuidar su propia supervivencia y toman algunas medidas extremas que da pie a un conflicto muy atractivo.

El director utiliza esa premisa para desarrollar un comentario social sobre la lucha de clases en la comunidad coreana y las miserias humanas que priman en tiempos de crisis.

Si bien no llega a alcanzar la profundidad de Parasite o Snowpiercer, la obra de Tae-hwa consigue elaborar un thriller correcto que trabaja con solidez las situaciones de tensión y suspenso y el desarrollo de los personajes.

En lo referido a los aspectos técnicos sorprende con excelentes efectos visuales pese a que tuvo un presupuesto limitado de 18 millones de dólares.

Dentro del reparto Lee Byun-Hun resulta la gran figura destacada gracias los dilemas morales y la transformación psicológica que atraviesa su personaje durante el desarrollo de la trama.

Por lejos, lo mejor de esta propuesta.

Los 130 minutos de duración se hacen sentir hacia el final pero en general el balance es más que positivo y dentro del cine de género Sobrevivientes resulta una buena película  de la producción coreana.