A
Ya lo escribí en varias oportunidades y no tengo
problema en repetirlo: A Ben Affleck lo banco y creo que labura
bien. Por supuesto que hizo películas malísimas,
pero su carrera está despegando otra vez después
de su romance mediático con Jennifer López.
Este año lo pudimos ver en Hollywoodland , donde presentó
uno de sus mejores trabajos como actor y ahora vuelve a sorprender
con Desapareció una noche. Por cierto, una traducción
peor a Disney no se le podía haber ocurrido.
En realidad esta es su tercera película como director
ya que había dirigido dos filmes que nunca llegaron
a las salas de cine. Si fue porque eran muy malos o el actor
no quiso mostrarlos no sabría precisarlo.
Tengo que darle el crédito que con este proyecto se
la jugó, ya que no sólo se metió con
el género policial, algo muy difícil de hacer,
sino que además eligió adaptar una novela de
un gran escritor como es Dennis Lehane.
Esta es la primera vez que se lleva al cine un libro de la
saga que tiene como protagonistas a los detectives Patrick
Kenzie y Angela Gennaro, interpretados en el film por Cassey
Affleck y Michelle Monaghan respectivamente.
Gone Baby Gone es la cuarta historia de una serie de cinco
novelas.
Desapareció una noche no es otro cuento de niños
raptados, sino más bien una gran trama de suspenso
sobre dilemas morales. ¿Qué es lo correcto?
Al mantener esto claro en la adaptación Affleck brindó
un muy buen policial, de esos que podés debatir la
historia al final de la función. Me sorprendió
lo bien llevada que está la tensión a lo largo
de la historia y como va armando el rompecabezas que constituye
el conflicto de tal manera que te atrapa por completo las
dos horas de duración.
El laburo que hicieron con el casting es alucinante y en más
de una escena me pregunté si los personajes que veía
en la pantalla eran actores o eran personas que el director
se encontró por las calles de Boston. Especialmente
los delincuentes.
Impecable el trabajo de la actriz Amy Ryan, quien interpreta
a la madre de la nena desaparecida. Este es justamente uno
de los casos donde me pregunté en dónde demonios
Affleck había encontrado a esta mujer. Resulta que
es una actriz muy conocida en el ambiente de Broadway. Sólo
voy a decir que su trabajo fue muy importante para el drama
que plantea esta historia.
Cassey Affleck y Michelle Monaghan estuvieron excelentes como
los detectives Kenzie y Gennaro y me encantaría volver
a verlos en esos personajes.
Si algo queda claro al ver esta película es que esta
es una historia del escritor Dennis Lehane. Los que tuvieron
la posibilidad de leerlo van a coincidir con esto. Sus historias
no son precisamente felices y los temas que tocan son jodidos,
pero si te gusta el género disfrutás la propuesta.
Esta película es una excelente adaptación de
su obra y no defrauda a nadie que busque ver un sólido
policial.
La historia del detective Patrick Kenzie continúa en
el libro “Prayers For Rain” con un caso totalmente
distinto que involucra a un asesino serial muy particular.
El tipo no mata directamente, sino que induce a sus víctimas
al suicidio. Ese libro es mortal y la trama es más
atrapante que Gone Baby Gone. Ojalá los hermanos Aflleck
se junten otra vez para hacerla en el cine, ya que con este
estreno demostraron que tienen clarísimo el material
con el que trabajan. No me voy a sorprender para nada si en
febrero el film recibe una nominación al Oscar por
el mejor guión adaptado. El potencial lo tiene.