Carandirú

Después de Pixote(1980) y El Beso de la Mujer Araña (1984), el director Héctor Babenco retoma las historias sobre cárceles con CARANDIRU, donde recrea el sangriento motín que se produjo el 2 de octubre de 1992 en una cárcel de la ciudad de San Pablo y que terminó con 111 presos asesinados por la policía militar. La prisión de Carandiru fue hasta el 2002, año en que el gobierno de Brasil decidió demolerla, la más grande de Sudamérica, donde se llegó a albergar a ocho mil delincuentes cuando su capacidad era para tres mil. No hay que tener mucha imaginación para hacerse una idea de lo que serían las condiciones de vida en el lugar y peor aún, que podía pasar en un caso de motín. Hay que aclarar que Carandiru no era una cárcel común, sino una Casa de Detención, donde los criminales que no tenían condena iban a parar en espera de ser enjuiciados. Por este motivo las normas de este lugar eran muy distintas a lo que ocurría en otras prisiones. Para llevar esta historia al cine, Babenco se basó en el libro de Drauzio Varella “Carandiru Station”, que narra esta historia desde las experiencias que vivió un médico, quien llegó a trabajar doce años en el lugar. De la película se podría decir que es Tumberos a la brasilera. Durante la primera hora tenemos la posibilidad de conocer la cárcel y algunas historia de vida para luego entrar de lleno en el motín, que sino ves la película o lees el libro no vas a poder creer por la imbecilidad que comenzó. La película es muy dura y tiene escenas de violencia bastante fuertes que generan más de un escalofrió, así que los impresionables están advertidos. La recomendación es un hecho. Uno de los estrenos que no se puede dejar pasar esta semana es CARANDIRU, que más allá de brindar muy buen cine cuanta una historia que vale la pena conocer