Incorregibles

No pasaron cinco minutos del comienzo de la historia cuando Guillermo Francella abre la boca por primera vez y la gente se destornilla de la risa en el cine. Realmente es para un caso de estudio.
Francella debe ser el único actor argentino para el que una producción cinematográfica se monta especialmente para sostener su talento como cómico.
Sin él los filmes en los que trabaja directamente no existirían y no los vería nadie.
Incorregibles está muy bien pensada porque le lleva al público al Francella de Casados con Hijos y De carne somos; ese personaje que te mata con los gestos y comentarios. Aunque sea siempre lo mismo te reís cada vez que lo escuchás.
En mi opinión Guillermo es uno de los mejores actores cómicos que hay y no puedo evitar reirme cuando lo veo y lo digo sin culpa ni pruritos, me encanta y lo disfruto.
Su nuevo trabajo es especial ya que esta vez no está sólo y lo acompaña un monstruo como Dady Brieva, con quien forma una pareja fabulosa. Sobre todo porque Francella se potencia.
La película remite mucho a la fórmula arrasadora de los ´80 que hicieron el protagonista de Un argentino en Nueva York y Emilio Disi en Bañeros 2, la playa loca, aunque la particularidad de esta propuesta es que se desarrolla en el género de la comedia de acción.
Incorregibles fue dirigida por Rodolfo Ledo y es menester mencionar que a comparación de lo que hizo en Bañeros 3 y Papá se volvió loco, esto es El Padrino.
La escenas de tiros y de acción con autos por lo menos no dan vergüenza ajena. En ese sentido está bastante cuidado el trabajo. Están los problemas de siempre con la películas de Telefé, que al igual que las que hace Suar los chivos aparecen con muy poca clase.
La dupla Francella – Brieva es efectiva pero queda la sensación que con otro director y un guión que se centré puramente en el grotesco, sin melodramas, hacen un peliculón divertidísimo y la romperían mal en las boleterías.
Un problema en los filmes de Francella son los momentos emotivos, que no sólo están pésimamente musicalizados, sino que además suelen ser uno de los puntos débiles del actor. Esta no es la excepción y uno no puede dejar de preguntarse ¿por qué? cuando llegan esas escenas.
Esta semana Dady describió la película a la perfección: "Es milanesa con papas fritas", lo que no significa que haya que destruirla por eso. Tiene su público y se disfruta. No busquen un festival visual pochoclero o una propuesta de alto contenido, porque esto es entretenimiento super popular.
Si te gusta Francella te vas a reir y la entrada vale la pena, no hay que pensarlo demasiado.
Al menos en la función que yo asistí la gente la pasó bárbaro.