El reino prohibido

Jet Li y Jackie Chan son las estrellas más grandes que existen en el cine de artes marciales de las últimas décadas.
En lo personal siempre preferí a Jet, ya que no tiene problemas en tomar riesgos como artista. Si la historia lo atrae le da lo mismo hacer de héroe o villano despiadado.
En estos últimos años participó de muy buenas película como Danny, The Dog y El Duelo, donde demostró que puede actuar más allá de las secuencias de acción maravillosas en las que suele participar.
De Jackie no puedo decir lo mismo, aunque me he divertido mucho con él. Si bien es un grande en lo suyo, el tipo desde que se hizo famoso eligió no trabajar en proyectos que puedan afectar las ventas de su merchandising personal que incluyen dibujos animados, juguetes, historietas y cientos de productos.
Jackie nunca va a interpretar un villano o un personaje demasiado oscuro que afecte su imagen familiar. Por ese motivo rechazó trabajar en Héroe, donde le habían ofrecido el rol de un guerrero asesino.
A lo que voy con esto es que de movida se esperaba que esta reunión con Jet no fuera un film dramático o muy violento.
Cuando se supo que Rob Minkoff , responsable de El Rey León, Stuart Little 2 y La Mansión Embrujada (de Disney) iba a dirigir este film, quedó claro por donde iba a pasar la propuesta.
Ahora bien, tengo que confesar que todos mis preconceptos estaban totalmente errados, ya que la productora Rafaella De Laurentis desarrolló una excelente película de fantasía y artes marciales que representa uno de mis estrenos favoritos del 2008.
El Reino Prohibido no es para nada un film infantil, salvo que consideres llevar al cine a un niño pequeño a ver una película donde Jet Li le mea literalmente la cara a Jackie Chan, en una escena muy graciosa pero desconcertante. Ya la vi dos veces esta historia y sigo sin entender ese momento!
El director Minkoff sorprendió con un film mucho más cercano al cine oriental que a las producciones hollywoodenses.
Es un cuento de fantasía plagado de elementos que pertenecen a la mitología china y que se podría ubicar en una colección de dvd junto a la serie de Iron Monkey, Drunken Master y The Heroic Trio (Johnnie To).
El gran lujo de esta producción es que el Maestro, Genio y Gurú Supremo de las coreografías de artes marciales, Yuen Woo Ping estuvo a cargo de todas las secuencias de acción.
El duelo que tienen Jackie y Jet en la primera escenas que los vemos juntos es de antología y se te pone la piel de gallina cuando los ves a los dos en esa escena sabiendo que detrás de cámaras estaba el Maestro Ping controlando todo.
Inclusive en las escenas que no son de acción verlos juntos es emocionante.
Me pareció genial que a Jet no lo pusieran como villano, ya que de esa manera pudo interactuar junto a Jackie en una relación que se basa en los polos opuesto y es muy divertida. Ojalá se junten de vuelta, ya que forman una muy buena dupla.
Yo no tengo dudas en afirmar que este es el mejor trabajo de Chan en los últimos 15 años y no sé si me quedó corto.
Me sorprendió su personaje de guerrero borracho que durante el 80 por ciento de la trama se la pasa chupando vino y bardeando a Jet Li. No es el clásico héroe bonachón que suele interpretar en todos sus laburos.
El Reino Prohíbido comienza como una especie de remake de Karate Kid para luego convertirse en una clásica aventura de artes marciales china protagonizada por Michael Angarano (Escuelas de sueperhéroes), quien está muy bien en este film.
Este chico es el próximo Shia Labeuof y no me voy a sorprender para nada si lo empezamos a ver más seguido en la pantalla grande.
La historia está basada vagamente en uno de los principales clásicos de la literatura china, “Journey to the West” de Wu Cheng´en, que fue adaptado en Oriente en muchísimas oportunidades. Inclusive sirvió de inspiración a la serie animada de Dragon Ball Z.
Más allá de las fabulosas secuencia de acción y la presencia de los máximos íconos del cine de artes marciales de los últimos tiempos, el film de Rob Minkoff es un deleite visual magnífico.
No se puede comentar este estreno sin destacar el soberbio laburo que hicieron cientos de artistas en el diseño de producción, con escenarios fantásticos, los vestuarios, el maquillaje y la fotografía que es espectacular.
Al igual que el protagonista de este cuento, el espectador se ve transportado a un mundo de fantasía y artes marciales fascinante.
Mención aparte los créditos iniciales que fueron realizados con imágenes de posters, donde aparecen las grandes estrellas del cine de los Hermanos Shaw, quienes fundaron con su estudio las películas de Kung Fu en la década del ´60.
La verdad me encantó esta historia y quedé más que satisfecho con esta reunión de Jackie Chan y Jet Li que sobresale como una de las grandes propuestas pochocleras de este año.