A
Flight 666 es un tremendo documental que se destaca entre
las mejores producciones sobre música realizadas en
este género en los últimos años, junto
con End of Century, la historia de los Ramones y No Direction
Home, el film de Martin Scorsese sobre Bob Dylan.
En el caso de este estreno no se trata de una biografía
de Iron Maiden, sino un retrato impresionante sobre la intimidad
de la banda durante la gira “Somewhere Back In Time”
que los trajo a nuestro país en el 2008 y nuevamente
este año en el último festival del Quilmes Rock.
El film se concentra en la primera parte del tour, donde dieron
23 shows en 45 días alrededor del mundo. Una locura.
La particularidad de esta gira es que los músicos y
el equipo viajaron en Boeing 757, el “Ed Force One”
piloteado por el cantante Bruce Dickinson.
Una de las claves de este documental tiene que ver con la
tremenda producción y dirección de Sam Dum y
el antropólogo y cineasta Scot McFayden.
Ambos realizadores fueron los responsables de dos excelentes
documentales que se suman a las grandes producciones que cité
en el primer párrafo.
Metal: A Headbanger Story (2003), fue una película
que exploró distintos aspectos del heavy metal y el
origen de varios subgéneros dentro de este estilo de
música.
Globe Metal (2008), una especie de secuela del primer film,
se concentró en la influencia del metal en las distintas
culturas del mundo.
Dos peliculones de visión imprescindible para quienes
sean amantes del metal o se interesen por la historia de la
música en general.
Después del tremendo laburo que hicieron Dum y McFayden
no es una sorpresa que Iron Maiden les delegara la dirección
de Flight 666.
Esta es la primera vez que la banda autoriza que un equipo
de filmación los acompañe en una gira y la verdad
que estos muchachos supieron aprovechar la oportunidad.
A lo largo de dos horas, los directores desarrollan muchísimas
temáticas a lo largo del film como la pasión
del cantante Bruce Dickinson por la aviación, la convivencia
del grupo, la producción de cada show y el amor incondicional
de los fans por la banda alrededor del mundo.
Muchas veces ocurre con los documentales que los cineastas
intentan tocar varias temáticas a la vez y la película
resulta desprolija y superficial, ya que nunca se terminan
por desarrollar los puntos que trabajan.
Eso no sucede con Flight 666. Cada tema tiene su espacio y
en el tiempo que los productores le cedieron en la edición
a cada segmento la información que le ofrecen al espectador
es contundente.
Mientras registran las distintas etapas de las giras además
se ofrece una especie de perfil de cada músico, donde
por primera vez el público puede acceder a sus vidas
y sus costumbres cuando no están arriba de los escenarios.
Más de uno se va a sorprender con los hobbys personales
que tiene cada integrante.
Queda claro que en materia de fanatismo y pasión hacia
la banda Latinoamérica es el continente que opaca al
resto del mundo. Por eso también no es sorpresa que
la banda presentara la película en Brasil.
Las escenas filmadas en ese país y en Argentina integran
los mejores momentos del documental.
La iglesia de Iron Maiden liderada por un autoproclamado pastor
brasileño que predica las enseñanzas morales
de las canciones a sus seguidores es uno de los momentos inolvidables
de este film.
Maiden viaja por todas partes del mundo, pero sólo
en Argentina y Chile son los únicos países donde
no pueden salir del hotel debido a que terminan sitiados por
los fans.
Hay una escena maravillosa en Buenos Aires que parece salida
de El amanecer de los muertos de George Romero.
Los integrantes de Iron Maiden están literalmente sitiados
en un hotel rodeados de fanáticos que golpean las puertas
del edificio. La única diferencia con el clásico
de terror es que la horda de sacados no son zombies, sino
fanáticos del grupo que expresan su particular cariño
hacia sus ídolos. Un momento fantástico.
En materia de realización la película es tremenda
y la calidad de imagen y sonido que tiene el film en las salas
digitales en impresionante.
El que se la pierda en el cine se va a querer matar después
porque verla en dvd no es lo mismo.
Tienen que hacer de cuenta que esta es una extensión
de la presentación reciente que hicieron en River.
Hay varios números musicales a lo largo de la película
que funcionan como separadores de las distintas temáticas,
que en el cine suenan con una potencia tremenda. Es como asistir
a otro show de Maiden!
Del recital de Ferro escogieron “Fear of the Dark”
que la pasan completa.
Es loco porque el registro de la gira es tan perfecto que
cuando termina la película, uno como espectador termina
agotado como si hubiera estado en el avión con el grupo
alrededor del mundo.
Un gran mérito de este equipo de directores que volvieron
a ofrecer un gran peliculón. Gran recomendación
de esta semana.