Hombre mirando al sudeste

Una muy buena peli de Subiela y muy original en su momento (hay un plagio yanqui de esta peli años después llamado K-Pax). Buena interpretación del paciente Rantés (no le pudieron poner otro nombre menos egipcio?), donde se destaca en el recital de la orquesta que es el punto sublime de esta película. No hay química entre el Dr. Denis y la mujer que aparece después, cuyo pseudo-romance es muy artificial y forzado. Lamentablemente, al final baja mucho el nivel, principalmente en la actitud pasiva del Dr en lo que concierne al "tratamiento" que le dan a Rantés, y deja muchas cosas a la interpretación del espectador: ¿era o no Rantés de otro planeta? Para pensar "en la estupidez humana"