Escape bajo fuego

De todas las películas que produjo Gerard Butler en el último tiempo por la vía independiente, Escape bajo fuego es la más pulida en términos de realización.

Un campo donde jugó un rol clave la dirección  de Ric Waughm veterano doble de riesgo que trabajó con varias de  las glorias de los años ´80, como Stallone, Schwarzenegger, Mel Gibson y Tom Cruise.

Como muchos colegas de su rama eventualmente incursionó en la dirección donde supo presentar  buenos productos en la elaboración de secuencias de acción.

A Butler previamente lo dirigió en Angel Has Fallen y Greenland y en esta oportunidad  ofrece una obra muy digna que eleva un poco la calidad de los últimos estrenos del actor.

En lo referido a la realización de secuencias de tiroteos y persecuciones la película cumple con creces y no se le puede objetar nada.

Waug consigue que Kandahar parezca una producción más cara de lo que realmente fue y hasta presenta una buena labor de fotografía, a cargo del español Miguel de Olasso, quien se desempeñó en el thriller de supervivencia Fall.

Butler en esta ocasión reunió colaboradores que lo ayudaron a presentar en los cines un producto más cuidado en los aspectos visuales.

El inconveniente de este estreno es que ofrece un relato muy similar a lo que fue el reciente film de Guy Ricthie, The Covenant, que es una obra superior.

Sobre todo por el hecho que el cineasta inglés logró construir una propuesta que más allá de la acción desarrollaba una historia emotiva que contenía un comentario político sobre la desastrosa partida de las tropas norteamericanas en Afganistán.

Butler intenta hacer lo mismo con un conflicto parecido que tiene como protagonistas a un agente de la CIA y un traductor afgano, sin embargo el argumento no es tan sólido y flaquea cuando aborda el terreno del drama.

Se podría decir que en cierta manera Escape bajo fuego resultó una versión más pobre de The Covenant.

De todos modos si sos muy fan de Butler se deja ver por la sencilla razón que él saca adelante el espectáculo con su carisma.

Como propuesta del cine clase B no está mal y se puede tener en cuenta.