La garra de hierro

La garra de hierro ofrece un excelente drama deportivo inspirado en la historia de los hermanos Von Erich, una dinastía emblemática de la lucha libre norteamericana cuyos integrantes vivieron numerosas tragedias.

Por esta razón el apellido llegó a estar vinculado con una maldición ancestral y algunos integrantes de la familia inclusive consideraron cambiar sus nombres.

A fines del año pasado varios medios de prensa destacaron que la película podría obtener algunas nominaciones en los premios Oscar, sobre todo por la soberbia interpretación de Zac Efron.

Después se pinchó y terminó ignorada pese a contar con el apoyo de la crítica.

Evidentemente a la BBC le faltó presupuesto para mover el lobby necesario en las campañas publicitarias que demanda la seducción de los miembros de la Academia de Hollywood.

El film de Sean Durkin es muy interesante por el retrato que presenta de un período histórico de esta clase de espectáculos, donde todavía estaba presente el espíritu amateur antes que pasaran a conformar una industria multimillonaria en el campo del entretenimiento.

El caso de la familia Von Erich siempre despertó un debate interesante en torno a si las tragedias que padecieron sus integrantes se podrían haber evitado sin la presión psicológica demencial que impuso el patriarca sobre sus hijos.

El film aborda esta cuestión y retrata al jefe de la familia a cargo de una gran Hot McCallany (Mindhunter) como un padre que vive sus aspiraciones deportivas frustradas a través de sus descendientes.

El relato utiliza esa premisa para plantear además una reflexión muy interesante sobre la masculinidad tóxica y los peligros nocivos que genera el apego a esas conductas arcaicas. 

Si bien está cuestión está presente en la trama la película también retrata el auge y caída de la liga World Class Championship Wrestling que llegó a tener su popularidad en los comienzos de los años ´80.

Nadie va a descubrir a través de esta producción que Zac Efron es un buen actor ya que hace años demostró su evolución pese a los problemas personales que le impidieron acceder a mejores proyectos.

En La garra de hierro ofrece su mejor interpretación dramática en una labor donde se pierde por completo en el rol del luchador Kevin Von Erich.

Más allá de la transformación física a la que se sometió para el personaje todas las emociones que transmite a través de expresiones sutiles es brillante.

Dentro de la trama conforma una muy buena dupla junto a Lily James quien aparece en un rol secundario.

La realidad es que la tragedia de los Von Erich fue tan turbia que en la película tuvieron que dejar afuera numerosos hechos ya que era demasiado para digerir en una adaptación.

De hecho, una enorme intriga que me generaba este film era conocer el modo en que el director cerraría la trama para que la experiencia en el público no resultara tan depresiva.

La resolución que encontró Durkin me pareció estupenda y funciona para retratar a los Von Erich más allá de las situaciones tristes que padecieron.

Si después de ver este film se engancharon con las temáticas que se abordan recomiendo que busquen el excelente documental del 2005, Heroes of World Class, que retrata en detalle la historia de este clan familiar, cuyos integrantes parecen salidos de una tragedia de Shakespeare.