Mavka: Guardiana del bosque

El simple hecho que esta película pudiera ser terminada y hoy se venda a diversos mercados internacionales es un logro inmenso para la industria de la animación de Ucrania, un país que nunca fue una potencia en este género.

Los realizadores completaron las post-producción durante los bombardeos de la invasión rusa y la producción se demoró en varias oportunidades debido a que los artistas de la compañía Production Studios se unieron al ejército para pelear por la defensa de su país.

Cuando finalizaron su servicio retomaron el trabajo que quedaba por completar en el film.

En el caso del mayor inversor, el estudio Film UA, las oficinas se terminaron por convertir en un refugio para familias que provenían de las zonas más afectadas por el conflicto bélico.

En el medio de todo este lío se concretó Mavka: La guardiana del bosque, una propuesta de fantasía inspirada por el folclore ucraniano y la mitología eslava.

La historia original de Mavka tiene un perfil bastante oscuro ya que se trata de un espíritu femenino que representa a las almas de los niños que nacieron muertos.

En las historias puede desempeñarse como un ser benévolo o maléfico.

En el caso de este film la trama está inspirada por la famosa obra de teatro The Forest Song, de Lesya Ukrainka, una célebre activista feminista y política de esa región.

El espectáculo tuvo su estreno en 1911 y luego llegó a tener varias adaptaciones live action en el cine durante la era de la Unión Soviética.

El relato de Ukrainka acercaba la mitología de Mavka a los cuentos de hadas de Christian Andersen y de hecho el final original era medio bajón como el de La sirenita.

Afortunadamente en la versión animada cambiaron ese aspecto del conflicto para retratar al personaje con una mayor empatía hacia público infantil.

Esta producción se estrenó en Ucrania el año pasado y fue un enorme éxito de taquilla al punto que logró superar a la continuación de Avatar.

Para tratarse del primer gran esfuerzo dentro del género de este país el resultado final es más que digno.

En los aspectos técnicos presenta una combinación de CGI con animación 2D correcta donde sobresale la representación de los escenarios y los elementos fantásticos.

Se nota cierta influencia de Frozen con la diferencia que en este caso los personajes no interpretan secuencias musicales.

La trama captura el espíritu ambientalista de la obra original que sigue más vigente que nunca y por momentos trae al recuerdo a  la vieja Ferngully: The Last Rainforest de los años ´90.

Si tenés más de 30 años y te gusta la animación probablemente recordás esa referencia.

Me gustó mucho el personaje de Mavka y toda su historia relacionada con los espíritus de la naturaleza.

No hay ninguna referencia al tema de la guerra, de hecho la villana principal es ucraniana, y otro aspecto interesante del film es que retrata diversas tradiciones culturales de ese país.

Sobre todo en la segunda mitad del relato cuando la protagonista incursiona en el mundo de los humanos.

El mensaje pacifista, que ya pertenecía al relato original, está bien trabajado sin la necesidad de machacar un comentario social burdo y como propuesta de fantasía para chicos es excelente.

Si tuviera que objetarle algo creo que al tratamiento de los villanos le faltó una pulida en el guión.

Algunos momentos humorísticos genéricos, muy propios del cine hollywoodense, no terminan de funcionar y la película encuentra su fuerte cada vez que se enfoca en la fantasía y el mundo espiritual que rodea a la protagonista.

Como propuesta familiar me pareció estupenda y la recomiendo.