Dobles de acción

Puedo equivocarme pero creo que esta es la primera película china de Jackie Chan que se estrena en las salas argentinas.

Los filmes previos que llegamos a ver en la pantalla grande siempre fueron co-producciones hollywoodenses ya que sus títulos más clásicos los conocimos a través del video.

En esta oportunidad nos encontramos ante una propuesta muy especial donde el artista le rinde un sentimental tributo a la industria de los dobles de riesgo en el cine de acción asiático.

Al mismo tiempo funciona también como un auto partido homenaje que celebra la obra de este ícono irrepetible del género.

De no ser porque todavía sigue activo y tiene más películas para estrenar este proyecto  se siente por momentos como su despedida del mundo del espectáculo.

Quienes esperen encontrar una propuesta plagada de acción y comedia saldrán decepcionados ya que el contenido de la trama pasa por otro lado.

Desde hace años Jackie comenzó a explorar una veta más dramática en la representación de sus roles donde demostró la enorme versatilidad que tiene como artista.

Si bien en Dobles de riesgo participa de algunas coreografías de pelea y situaciones cómicas, la performance dramática que brinda tiene un mayor peso dentro del relato.

En este film se destaca en dos escenas tremendas que encima se potencian con el típico melodrama meloso que aman los chinos.

Hay un fragmento donde su hija en la trama se pone a ver un montaje con todas las secuencias de riesgo desquiciadas que protagonizó Chan en la vida real.

Al contenido nostálgico se suma el hecho que Jackie sale del personaje para conmoverse en serio y por consiguiente hace llorar a todos sus fans.

Después llega otro momento tremendo con un caballo con el que tiene una química fantástica y las emociones explotan nuevamente.

La película del director Larry Yang se desbanda por momentos con el contenido dramático donde intenta abarcar numerosas temáticas a la vez que incluyen un litigio judicial y las tribulaciones del protagonista con su hija.

Tal vez si se concentraba en el tributo a los dobles de riesgo quedaba una película más redonda.

En lo referido a la acción el contenido es muy limitado donde Chan acude de un modo innecesario al uso de dobles (que se pueden reconocer con facilidad) cuando las secuencias se podrían haber adaptado a sus limitaciones físicas.

A los 69 años no tiene nada que probar y el público entiende que no pueda replicar las locuras del pasado.

La verdad que el estreno en cines de esta película es un auténtico milagro de la distribución y si sos muy fan de Jackie no podés ignorarla.

Para el resto del público la recomendación va con reservas por el exceso de melodrama asiático que suele ser más difícil de digerir en el público occidental.