MAXXXINE

MaXXXine completa la trilogía del director Ti West, conformada por X y Pearl, que abordó el subgénero slasher en sus diversas facetas históricas.

 En la primera entrega recreó el cine de explotación de los años ´70, luego exploró el horror psicológico con un retorcido homenaje a la Era Dorada de Hollywood y en este nuevo episodio propone un espectáculo diferente que toma como fuente de inspiración aquellas producciones clase B de la década de 1980 que encontraron su nicho de público en el mercado del VHS.

Más que una película de terror la trama trae al recuerdo los primeros filmes de Abel Ferrara, como The Driller Killer (1979), Ms.45 (1981) y en especial Fear City (1984), con un gran Tom Berenger, que tenían elementos tradicionales del slasher pero contaban con una identidad narrativa más policial.

Títulos que en su momento pasaron sin pena ni gloria por las salas comerciales y luego obtuvieron estatus de culto cuando explotaron en el video club.

Mia Goth retoma el personaje de la actriz porno que conocimos en X y a mediados de los ´80 buscar insertarse en el cine mainstream mientras un asesino serial acecha a las figuras del mundo del espectáculo.

De un modo similar a lo que hizo Quentin Tarantino en Érase una vez en Hollywood, West combina la ficción con hechos reales en un relato que incluye numerosas referencias a la cultura popular de ese período.

La trama incorpora el caso del asesino serial Richard Ramírez que operó en la región de California en 1984 y la paranoia por los cultos satánicos que tuvieron una enorme notoriedad en la prensa norteamericana.

Aunque la propuesta resulta menos intensa y memorable que Pearl desde los aspectos técnicos es una obra impecable que sobresale por el detallado diseño de producción, la fotografía y la banda sonora de Tyler Bates, centrada en el uso de sintetizadores.

Todos estos elementos confluyen en una película que por momentos parece una cinta perdida de la época de gloria del video club.

En esta oportunidad el leve incremento de presupuesto le permitió al director  incorporar más figuras conocidas en el reparto que incluye participaciones secundarias de Kevin Bacon, Lilly Collins, Giancarlo Esposito y Michelle Monaghan.

Todos los artistas están muy bien aprovechados pero es Mia Goth quien acapara una vez más la atención del espectáculo.

Al argumento tal vez le faltó una resolución más sólida, el final la verdad que es un poco predecible, pero inclusive con esa debilidad no deja de ser una producción decente que retrata la pasión genuina de Ti West por el cine de género.

La trilogía X de Ti West concluye en una nota muy alta con Maxxxine.

Lo que comenzó como un slasher setentoso con X en 2022 y luego tuvo la macabra precuela Pearl ese mismo año, se acomoda muy bien en el Hollywood de 1985 para darnos puro cine.

Influencias (y homenajes) hacia Hitchcock y Brian Di Palma bien explícitos.
El director y guionista se dio todos los gustos y no dejó nada por hacer.

Desde la escena en el mismísimo set de Psicosis (1960) hasta la secuencia en subida de la colina haciéndonos recordar a Doble de cuerpo (1984).

Mia Goth es una fuerza de la naturaleza, una de las actrices con más futuro en la industria. La rompe en su papel y eclipsa a todos sus co-protagonistas.

Mi recomendación es que se entreguen por completo a este thriller que puede ser calificado como terror pero que en realidad no lo es. Es un multigénero que celebra una época espectacular del cine.