Werner Herzog logra conseguir acceso exclusivo a las cuevas de Chauvet en el sur de Francia donde captura imágenes de las más antiguas creaciones pictóricas de la humanidad en su entorno natural.
Es la primera vez que siento que pagar lo que sale una función 3D valió la pena. La vi sin tener mucha idea de que se trataba, y a los 3 minutos esta joya de documental me tenía totalmente atrapada. Si bien quizá no sea técnicamente perfecta ya que Herzog se vio forzado por las circunstancias a filmar con cámaras semi-profesionales (en los primeros minutos se nota algo de pixelado que yo creí que era por mi mala vista nomás pero después leí que está en todas las versiones) y un equipo muy reducido. Un must-see para todos los interesados en la historia, el arte o la arqueología y que tengan algo de imaginación...