Una simple pared medianera puede dividir dos mundos, dos maneras de vestir, de comer, de vivir. De un lado Leonardo (Rafael Spregelburd), fino y prestigioso diseñador que vive en una casa realizada por Le Corbusier. Del otro lado Víctor (Daniel Aráoz), vendedor de autos usados, vulgar, rústico [...]
Lo único bueno de la película, por lejos, es Daniel Aráoz. Sin él, la película es muy lenta, parece un documental de la Casa Curutchet. Una película echa por la clase alta para la clase alta. ¿Para cuando el protagonico de Juan Cruz Bordeu?