Películas comentadas Volver al perfil publico

Muy buena película, nada predecible y bien interpretada. Cada personaje, aunque salga a escena por pocos minutos, aporta a la trama. Coincido con que tal vez gira alrededor de tópicos ya vistos en los guiones de Sheridan, como la explotación y violencia capitalista a pequeñas comunidades, pero eso no hace decaer el interés. La fusión entre paisaje, historia y drama social crea momentos perturbadores.

Es una película que se disfruta bastante, pero con el tiempo se van notando sus inconsistencias. Al ser una presentación de personajes, la mayor parte de la trama consiste en ir conociendo a los niños protagonistas. En ese sentido, es un poco repetitiva la forma cómo el payaso interactúa con ellos y el poco tiempo que se le destina a algunos personajes, en comparación a otros. Sin embargo, es una cinta llevadera, bien actuada y que logra mostrar eso de que el payaso no es la mayor amenaza de los niños. La mayor amenaza es ese montón de adultos violentos o indiferentes que los rodean.

Esta película es la fusión perfecta entre estética, montaje y actuaciones. La historia es interesante, la de dos tenistas enfrentados, que aparentemente representan posturas distintas ante el deporte, pero son igualmente consumidos por su deseo de ganar. Por un lado está Borg, que aprendió a controlar su temperamento y en la cancha luce como un caballero, frío pero sensible. Por el otro está McEnroe, siempre a punto de estallar y arrasar con lo que tiene a su paso: competidores, jueces, público, periodistas. Lo que podría ser una anécdota ya conocida, su enfrentamiento en las finales de Wimbledon 1980, adquiere un matiz épico y hasta de suspenso gracias al modo de narración.

Una comedia italiana simpática sobre cincuentones que no quieren renunciar a la juventud, pero no pasa nada más. Es intrascendente, pero hace pasar un buen rato.

La vi durante el Bafici y me gustó bastante. Es todo lo que uno le pide al cine de Zombis: entretenida, violenta, sangrienta; con un ritmo trepidante, zombis que dan miedo y una reflexión interesante sobre la naturaleza humana. Pero además se sale de los lugares comunes y logra innovar, al mostrar zombis que son capaces de reflexionar y aprender. Zombis que no son el fin de la especie humana, sino un nuevo tipo de vida.

De esas películas donde parece que sucede poco, cuando en verdad sucede mucho. Paterson, brillantemente interpretado por Adam Driver, es un ser sensible, que mira de una manera distinta lo cotidiano. Él encuentra belleza y poesía en lo que lo rodea, aunque nada de ello sea realmente extraordinario. Su vida no es muy diferente a la de cualquier otro ser humano, pero eso no significa que no valga la pena de ser vivida. Como es usual en la filmografía de Jarmusch, el humor está presente en todas las situaciones, de una manera muy tímida, casi imperceptible, pero que se va a adueñando de la historia y la hace encantadora.

Es una película que puede parecer pretenciosa y esnob, cuando en realidad lo que hace es describir un mundo pretencioso y esnob, como lo es el de la producción artística moderna. La cinta parece bizarra y delirante, porque refleja con mucha precisión las distintas personalidades e intereses que se mueven por los circuitos artísticos. En algo conozco ese mundo y a mí me encantó. Se atreve a plantear, con mucho humor y patetismo, la falta de empatía con la humanidad de gente que hace de la sensibilidad su forma de vida. La secuencia del performance sobre el comportamiento animal no sólo está muy bien hecha, sino que prácticamente resume la película.

Es una película delirante, que no sabes si va de drama familiar, sátira sobre el mundo empresarial o reflexión sobre la evolución de Alemania. Es todo eso y mucho más. Tiene escenas realmente jocosas, que muestran cómo el padre y la hija protagonistas representan dos formas distintas en las que Alemania se relaciona con el mundo. El padre es la Alemania que superó al racismo e intentó volver a los valores humanistas. La hija es la Alemania ultraeducada y competitiva, que está dispuesta a dominar el mundo avasallando a los demás. La pregunta es si puede encontrarse un equilibrio entre el crecimiento y la humanidad.

Una de esas simpáticas comedias francesas en las que la protagonista es una mujer de mediana edad tratando de redefinir su vida, mientras acepta los fracasos que cometió. No es nada que no se haya visto antes, pero hace pasar un buen momento. La protagonista tiene mucha gracia.

Es muy entretenida, pero coincido con que pierde la novedad y la frescura, que eran el sello distintivo de la primera película. Es un poco más de lo mismo, pero llevado al extremo.