Tito Pereyra creció en Tucumán. En los años 80, ya en Buenos Aires deberá transcurrir la toma de distintas decisiones que le cambiarán la vida para siempre. La ambición tiene un precio y él lo sabe.
La pelicula nas mala que vi en mucho tiempo, quien banca este cine? este gaston Gallo no tiene la menor idea como contar una historia coherente, todo es agarrado con pinzas, pasa de una escena a otra o de de un época a otra sin ninguna resolución; todo queda en el aire, inverosimil, ya cuando en el principio en 1956 el chico que corre al tren que pasa, ponen una locomotora amarilla y roja que anduvo en los años setentas. Ni hablar de los actores, de terror! Yo siempre le digo a mi esposa que pongo una ficha por el cine argentino, que ultimamente es interesante, pero esta vez perdí la ficha. Menos mal que la bajé de internet!