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I´m Not There es una de esas experiencias atípicas que cada tanto la cartelera nos regala a los espectadores y que es menester disfrutar en una pantalla grande, porque el resultado no es el mismo si la ves en tu casa en un dvd.
El nuevo trabajo de director Todd Haynes (Velvet Goldmine) es un film bizarro que rompe los esquemas de la biografía tradicional.
La película aborda algunos de los momentos más importantes en la vida de Bob Dylan, con la particularidad que nunca se menciona su nombre y la narración no respeta la cronología de los hechos.
El problema con esta película es que quienes no sean fans o seguidores de Dylan se van a quedar afuera de los guiños y referencias que el director despliega en su obra. Podrán disfrutarla como propuesta loca, pero para comprenderla en su totalidad tenés que conocer algo de la historia y música de Bob porque sino estás en el horno.
En los créditos iniciales se aclara que I´m Not There es un film “inspirado en las muchas vidas de Bob Dylan”. De alguna manera Haynes ofrece también varias películas en una que al unirlas conforman un retrato complejo de Dylan. El tema es que al no seguir una cronología y una narración lineal, para la gente que no esté muy al tanto sobre la vida y obra del músico el film puede resultar bastante confuso.
Para cada período en la vida de Bob, el director escogió un actor diferente.
Toda la etapa de la adolescencia y la temprana obsesión del artista con la leyenda del folk Woody Guthrie es interpretada por Marcus Franklim, un chico negro que no se parece en nada a Dylan (y que sólo Todd Haynes podía convocar para ese papel), pero retrata su interés por esos artistas marginales que Bob escuchaba cuando era chico. En el documental de Martin Scorsese, No Direction Home, esta etapa ocupa un lugar muy importante dentro del film.
Christian Bale, quien brinda un trabajo excelente, interpreta al músico en los comienzos de su carrera profesional, cuando Dylan empezó a ser tomado muy en serio en el mundo del folk luego que editara sus primeros discos “The Freewheeling Bob Dylan” y The Times There A Changing” con canciones de protestas que hacían referencia a hechos sociales y políticos en los inicios de la década del ´60.
Más tarde en la película, Bale aparece también interpretando a un pastor llamado John, que representa la conversión de Dylan al cristianismo a finales de los años ´70.
El trabajo de Heath Ledger se enfoca en la vida personal del músico y su tormentoso matrimonio con Sara Lownds con quien estuvo casado entre 1965 y 1977. Todo este segmento se concentra en los buenos y malos momentos de esa relación y prácticamente es una película aparte.
Aunque al principio es raro ver a Cate Blanchett interpretando a un Dylan andrógino en plena psicodelia de los años ´60, su actuación es fabulosa y queda claro que la actriz estuvo estudiando muchos videos reales de Bob sobre aquella época. Su personaje se concentra en los problemas del músico con la fama, su decisión de abandonar el folk para experimentar en el rock y la gira por Inglaterra que fue retratada en el documental Don´t Look Back, de D.A.Pennebaker en 1967.
Todo el escándalo que se produjo en su momento cuando Dylan decidió tocar con guitarras eléctricas y la desilusión del mundo del folk está excelentemente recreado en la película.
Tal vez, los momentos más bizarros del film que pueden generar cierto desconcierto en la gente que no esté muy familiarizada con la carrera del músico son las historias que protagonizan Ben Whishaw y Richard Gere.
Las escenas de Wishaw son una recopilación de frases memorables de Dylan en entrevistas de televisión que se conectan con las otras historias que se pueden ver en la película.
El segmento de Gere es el más fumado y surrealista de todos. Dylan trabajó en el film de Sam Peckimpah “Pat Garret y Billy The Kid” (1973), donde compuso el tema “Knocking Heaven Doors” e interpretó un personaje secundario. En I´m Not There , el director eligió la figura del legendario Billy para retratar el aislamiento de la vida pública de Dylan en varios momentos de su vida. Por lejos uno de los momentos más lisérgicos del film.
Todas estas historias en la película se presentan mezcladas y a lo largo del film el espectador asiste al desarrollo de cada etapa, que desde la estética presentan también grandes diferencias.
Por ejemplo, las escenas de Christian Bale fueron filmadas en 16 milímetros como si se tratara de un documental, donde inclusive el director incluye testimonios ficticios, mientras que las secuencias con Cate Blanchett fueron filmadas en blanco y negro y también están plagada de imágenes surrealistas que estuvieron inspiradas en el film de Federico Fellini, 8 ½.
La banda de sonido, por supuesto está integrada por temas de Dylan que sirvieron para musicalizar la película y se escuchan de fondo a lo largo del film. Las únicas canciones que Haynes usó como elemento de narración para reforzar algunos momentos de la trama fueron “I Want You”, “Going to Acapulco” y Ballad of the Thin Man”.
No sé si es una película para todos los públicos, tal vez para algunas personas resulte una tortura pero lo que tengo claro es que si son fans de Dylan, no sólo se van a divertir, sino que van a vivir una experiencia en el cine alucinante.
A mí me encantó y creo que es uno de los filmes más originales que llegaron al cine en mucho tiempo. Alta recomendación.