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Daniel Auteuil es una garantía para cualquier género cinematográfico, y eso lo pueden hacer muy pocos actores en el mundo. El tipo puede hacer El invitado y hacerte reir con sus muecas o El adversario, donde un aparente padre de familia mata a su esposa e hijos. No hay vueltas, no hay dudas, es un actorazo.
Y es notable como en la comedia puede lograr este contraste con sus papeles dramáticos, porque si lo que te hace reir en gran parte son los gestos o la caras que pone, lo veas serio y le creas!
El invitado además de ser una comedia simple y efectiva, es una crítica al pasar de los sistemas exhaustivos de reclutamiento de personal, y manejos en general de los RRHH, por eso es de visión obligatoria para las personas que trabajan en las mismas.
La película se sostiene con 3 actores, además de Auteuil, está quien hace de su mujer, y el vecino.
Vas a salir pensando de la sala que la esposa debe ser tonta en serio. Es brillante! No solo por los momentos que generan sus participaciones, como lo del pantalón colgado en el balcón, también sus caras son maravillosas.
El vecino, es un personaje fantástico y de esos que se ven mucho en la vida real, los sabelotodos y super “profesionales” que cuando termine la película vas a pensar seguro en algún conocido, porque de gente así está llena la vida, de los que la tienen “tan clara”.
El invitado como muchas otras comedias francesas, está basada en una obra de teatro, y viéndola ya te das cuenta que en un escenario también la hubieras pasado muy bien. Pero en lo que gana un traslado al cine de algo así, es con los primeros planos, donde el teatro no permite apreciar tantos gestos simples. O sea si es algo que adaptan de algo exitoso, ya tenés la garantía de que el guión es efectivo, pero el plus que le dio este trio protagónico, es muy bueno.
El invitado es una comedia simple y efectiva, que si la ves en una sala llena, suma muchos puntos más. Seguramente tendrá un muy buen boca a boca, como las buenas comedias.