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Planet Terror es la primera historia del proyecto Grindhouse,
donde los directores Robert Rodríguez y Quentin Tarantino
le rinden un tributo maravilloso al cine bizarro clase B.
El mismo cine que históricamente fue despreciado por
los hipócritas de los diarios principales y la revista
El Amante, pero que esta semana van a elogiar porque Tarantino
y Rodríguez son cool.
Aunque en realidad sabemos que Planet Terror también
la vieron con la nariz tapada.
Este es un film donde se le rinde tributo a todos esos artistas
que nunca fueron elogiados por la crítica pseudo intelectual
de Cahiers du Cinéma, los que nunca fueron nominados
a ningún premio y sus trabajos jamás integrarán
la lista de las mejores películas de la historia.
Aquellos que nunca pudieron acceder a la primera división
de Hollywood.
Sin embargo, estos realizadores en las últimas décadas
le sacaron una sonrisa al público con propuesta extrañas
y desquiciadas, pero sumamente entretenidas que en la actualidad
son descubiertas por las nuevas generaciones que disfrutan
del cine pochoclero retro.
Me refiero a maestros como Eddie Romero (Black Mamma, White
Mamma), William Lustig ( Maniac), Larry Cohen (It´s
Alive), Lee Frost (El monstruo de dos cabezas), Jorge Grau
(No profanar el sueño de los muertos), George Mihalka
(My Bloody Valentine), H. B. Halicki (60 Segundos), Richard
S. Sarafian (Vanishing Point), William Crain (Blacula) Ed
Alum (Invasión of Blood Farmers), y René Cardona
(La noche de los monos sangrientos) entre tantos otros.
Sí, el arte de John Carpenter y George Romero (que
son los más consagrados en este campo) está
muy presente también pero al ver Planet Terror te das
cuenta que Tarantino y Rodríguez fueron más
allá.
La película funciona como un agradecimiento que ellos
expresan a sus ídolos del cine en este estilo que de
alguna manera los formaron como cineastas y cinéfilos
en las décadas del ´60 ´70 y ´80.
No hay un solo aspecto de este film que haya quedado librado
al azar.
Desde los planos que utiliza Rodríguez, los diálogos,
el gore, la música e inclusive las interpretaciones
de los actores y las incoherencias en el guión; todo
estuvo orientado a recrear esos viejos filmes clase B que
solían exhibirse en los famosos cines Grindhouse de
Estados Unidos.
Eran salas que se dedican a estrenar y exhibir este tipo de
propuestas y desaparecieron con el boom de la videocasetera
en los años ´80.
Por eso es tan importante ver Planet Terror en una pantalla
grande, ya que la película funciona como una maquina
del tiempo que te transporta a esa era.
Podés tener la super edición definitiva en dvd
de tres discos y el mejor Home Theater que se pueda conseguir,
pero nunca vas a poder recrear ese clima, esa sensación
de viajar al pasado, en el living de tu casa.
Me encantó ver en el reparto a dos glorias del cine
clase B de los últimos tiempos como Michael Biehn (Terminator)
y Jeff Fahey, un abonado del video club y las películas
de cable.
La última vez que lo vimos a Fahey en un cine argentino
fue en 1995 con el estreno de Wyatt Earp! Desde entonces hizo
más de 60 filmes que jamás lograron llegar al
país. Al menos en la pantalla grande.
En el caso de Biehn, su última aparición había
sido en El asesino de vírgenes, estrenada en el 2001.
No es para nada casualidad que en Planet Terror sean hermanos.
Lo mismo ocurre con los roles secundarios de Tom Sabini (viejo
colaborador de George Romero) Carlos Gallardo (el protagonista
de El Mariachi) y los infaltables Danny Trejo y Cheech Marin
, quienes ya son un clásico en la producciones de Rodríguez.
En los roles principales se destacan Freddy Rodríguez
(no tiene relación con el director), que interpreta
al clásico forastero rebelde de este tipo de cuentos
y Rose McGowan, quien convirtió a la bailarina con
aspiraciones de comediante (eso fue fantástico) Cherry
Darling
en un personaje emblemático de su filmografía.
Planet Terror es un film muy divertido que juega con todos
los clichés que solían tener las viejas producciones
de terror y que definitivamente está destinada a convertirse
en un clásico de la filmografía de Rodríguez
y Tarantino.
Si te gusta el cine bizarro, con esta película vas
a tener la sensación de asistir a una fiesta.