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El nuevo film de Oliver Stone es un proyecto que el cineasta sacó literalmente de la galera a último momento después que se pinchó Pinkville, un drama sobre la guerra de Vietnam, basado en hechos reales que iba a protagonizar Bruce Willis.
La huelga de los guionistas y las dificultades para conseguir financiamiento generaron que Stone abandonara esa historia definitivamente.
Entonces, junto al guionista de Pinkville, Stanley Weiser, decidió entonces hacer un film sobre el actual presidente norteamericano George Bush.
A diferencia de Las Torres Gemelas, esta es una producción independiente de bajo presupuesto que inicialmente fue rechazada por todos los estudios y productoras importantes de Hollywood, ya que nadie quería quemarse con este film.
Se podría decirque W ofrece dos filmes en uno.
Por un lado Stone narra como se orquestó la invasión a Irak con la excusa de que ese país tenía armas de destrucción masiva, cuando el objetivo de ocupar ese lugar con fuerzas militares tenía otros motivos.
Al mismo tiempo a través de flashbacks el cineasta narra el ascenso en la política de Bush y su caída en la opinión pública tras el desastre que hicieron en la región de Oriente Medio.
El film se desarrolla a partir de una premisa clara: ¿Cómo es posible que este retardado ignorante llegara a la Casa Blanca?
George Bush no es retratado como el sucesor de Hitler o Stalin o un tirano nefasto enviado a la tierra por mismísimo Diablo.
Más bien lo presenta como un pobre rengo mental, bruto e ignorante que toda su vida fue una marioneta manejado por quienes realmente tomaban decisiones por él en el poder.
Es loco ya que los palos de este film y (quienes quedan peor parados) son el vicepresidente Dick Cheney, quien según Stone fue el verdadero responsable de los grandes desastres de la administración Bush y Colin Powell, quien tenía claro que Saddam Hussein no tenía armas de destrucción masiva y sin embargo presentó en la ONU toda la mentira creada por el gobierno.
La película es muy clara en retratar que W nunca tuvo idea donde estaba parado y hasta su propio padre lo consideraba un inepto para ocupar el cargo en la Casa Blanca.
El tema con esta visión de Stone es que este perfil de idiota fracasado que presenta del mandatario estadounidense tiene bastante coherencia con las cosas que el mundo a través de lo medios de comunicación pudo ser testigo en estos años.
Esas conferencias de prensa increíbles que destacaba Michael Moore en Fahrenheit 9/11 muestran al mismo Bush que vas a encontrar en la película de Stone.
Originalmente el film iba a ser protagonizado por Christian Bale, pero el actor renunció a último momento y fue reemplazado por Josh Brolin, quien brinda el mejor laburo de su carera.
Mucho de nosotros conocimos a Josh con Los Goonies de Richard Donner y en lo personal me alegro que después de tanto remarla los productores finalmente comenzaron a reparar en su talento.
Brolin no presenta una mala imitación de Nito Artaza, sino que se metió realmente en la piel de W.
Apoyado con un laburo soberbio de especialistas en maquillaje, el actor le sacó el jugo al personaje con una interpretación que sorprende al espectador y merecía ser reconocida con una nominación al Oscar
Stone más allá de confiarle el rol protagónico a un tipo talentoso como Brolin., reunió un muy buen elenco donde se destacan también Richard Dreyfuss (Dick Cheney), Scott Glenn (Ronald Rumsfeld) Jeffrey Wright (Colin Powell) y Thandie Newton (Condolezza Rice).
La película es entretenida y estuvo muy bien realizada, pero al final queda la sensación que si el director no se hubiera apurado en completar el film para estrenarlo antes de las últimas elecciones presidenciales de los Estados Unidos, tal vez podría haber trabajado los temas políticos de esta historia con más profundidad como lo hizo en Nixon que es un film completamente superior a W.
No creo que sea lo mejor de Stone, pero si es una interesante propuesta para tener en cuenta a quienes les guste este cineasta.