Nueva en la ciudad

No sería raro si en los próximos Juegos Olímpicos vemos a Harry Connick Jr como integrante del equipo de remo norteamericano.
Con su trabajo en este estreno sin duda se ganó un lugar entre los atletas estadounidenses.
Harry, además de ser un gran músico y cantante es esa clase de actores, como Samuel Jackson, que siempre brinda trabajos decentes y queda bien parado aunque participe en producciones fallidas.
Nueva en la ciudad es una de ellas.
Renée Zellweger es una consultora que trabaja para una empresa importante de Miami y la envían a un pueblo de Minnesota para que reestructure una fábrica.
Gran parte de la trama se dedica a mostrarnos como la protagonista se adapta a un pueblo que parece estancado en los años ´60.
Algo sumamente exagerado ya que Minnesota no está aislada de los Estados Unidos como parece retratar el director danés Jonas Elmer, quien no cuenta con ningún antecedente destacable en el cine.
Esta es una película donde no queda claro qué es lo que querían hacer.
El humor, salvo por un par de escenas de Connick Jr brilla por su ausencia.
Todos los gags de comedia física, donde la protagonista, se tropieza, resbala, se rompe un taco del zapato o se emborracha en público como UmaThurman en Marido por accidente, están tan tirados de los pelos que cuando los vemos en la pantalla no causan gracia.
La historia romántica que carece de romance tampoco logra que el film sea llevadero y en consecuencia, la historia cae en el aburrimiento.
Ni siquiera la banda de sonido cursi ayuda a levantar la narración de Elmer.
El tema de Katrina and the Waves “Walking on Sunshine” debería estar prohibido en este género o al menos tendrían que multar a los productores que lo usen por falta de originalidad.
La canción se convirtió en un ícono de la obviedad en Hollywood.
En definitiva, Nueva en la ciudad es esa clase de película que enganchás en el cable (en el canal Hallmark especialmente) y que puede ayudar a matar el tiempo un domingo lluvioso, si tu computadora están en el service, tus libros están guardados en cajas porque recién te mudaste, no tocás ningún instrumento musical y todos los demás canales de la grilla quedaron interrumpidos por la tormenta.
Bajo esas circunstancias, la nueva “comedia” de Renée no es tan terrible.