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Cuando uno lee la sinopsis de este estreno parecería que nos encontramos frente al típico dramón deprimente, como los que solía filmar Krzstofk Kielowski (Blue, Blanc, Rouge).
En mi opinión, ese tipo fue uno de los grandes comediantes del cine europeo.
Si sus seguidores se ofenden lo siento, pero estoy realmente convencido de eso.
Sus personajes atravesaban (especialmente en la trilogía de los colores) una catarata de tragedias a lo largo de las tramas que yo nunca pude evitar reírme porque todo era demasiado exagerado.
En Amores en la nieve Alan Rickman (El profesor Snape de Harry Potter) interpreta a un clásico muchacho Kieslowski.
No basta con que el tipo se encuentre deprimido por la muerte de su hijo, sino que además tiene un accidente automovilístico donde sale ileso y se mata una chica que hacia dedo en la ruta y viajaba con él.
Ahora bien, cuando decide enfrentar a la madre de la joven para informarle que él transportaba a su hija, resulta que la mujer es autista!.
Un canto a la vida.
Si la dirigía Kieslowski el protagonista seguro que hubiera quedado ciego o paralítico en la mitad de la película
Sin embargo, este estreno resultó una experiencia mucho más agradable de lo que me imaginaba.
El director Marc Evans desarrolló una muy buena historia sobre la redención con personajes interesantes que se enfrentan a conflicto dolorosos de manera realista, sin caer en el melodrama depresivo.
Inclusive hay unos cuantos momentos graciosos que ayudan a descomprimir el conflicto principal que es trágico.
Sigourney Weaver presenta su mejor trabajo desde The Ice Storm, la película de Ang lee de 1997.
Hace mucho que no se la veía en un rol donde pudiera demostrar su talento como actriz en una muy buena historia. Lo que no pudo hacer en los grandes filmes de Hollywood lo concretó con esta producción independiente. La interpretación que brinda como la mujer autista que se relaciona con el personaje principal es fabulosa.
Lo mismo se puede decir de Alan Rickman, un gran actor, quien por fin tuvo la oportunidad de sobresalir con un rol protagónico al que supo sacarle provecho.
Lamentablemente este estreno llega a las salas en formato DVD que en un cine es un garrón de ver, ya que la imagen en la pantalla grande es distinta. Ni hablar del precio de la entrada, que es el mismo que pagás por otras propuestas que se ven como corresponde.
Una lástima porque es una buena película que daba para disfrutar en el cine de verdad.