Aunque Pablo Simó quiere construir la torre de sus sueños, se limita a dibujarla: hace veinte años que trabaja en un estudio de arquitectura que no puede o no quiere dejar. Vei [...]
Las grietas de Jara es un buen thriller nacional aunque su título poco ganchero indique lo contrario.
Entiendo que no cambien el nombre dado a que se trata de una adaptación de Claudia Piñeiro publicada en 2009.
Esta es la cuarta vez que se lleva al cine una obra de la popular escritora. Mis preferidas siguen siendo Las viudas de los jueves (2009) y Betibú (2014), pero este estreno puede llegar a ser más cercano al espectador que los otros títulos citados.
Sobretodo si se vive en la Ciudad de Buenos Aires, las locaciones y situaciones se verán muy familiares. Motivo por el cual se crea una pertenencia que ayuda a la empatía con los personajes.
Aunque no es su mejor laburo, Joaquín Furriel está muy sólido como el joven arquitecto que sirve como hilo conductor de toda la historia.
Por su parte, Oscar Martínez está bien construido como una especie de villano. Sus miradas, diálogos e incluso pausas generan tensión en cada plano en el que aparece.
Y tras unos años de ausencia, vuelve al cine Soledad Villamil y se nota que la pantalla grande la extraña. El gran Roger Ebert escribió en la crítica de El secreto de sus ojos (2009): “Es mi tipo de mujer”, y cuanta razón tenía. Su papel aquí legitima toda la historia.
Nicolás Gil Lavedra, quien viene de dirigir Verdades Verdaderas, la vida de Estela (2011), cuenta bien en lenguaje de thriller un guión limitado.
La fotografía es muy buena, a tal punto que todo lo que se encuentra en torno a los personajes adquiere otra dimensionalidad. Mención especial al climax.
En definitiva, Las grietas de Jara es buen entretenimiento para esta época del año. Un producto de calidad.
Oscar Martínez como Nelson Jara es el típico viejo canchero insoportable. La colita de pelo ralo y gris lo dice todo. Pone tanto esfuerzo en subsistir sin laburar que se le va la vida (literalmente) en ese menester. Joaquín Furriel es el antihéroe en primera persona, tan bonito y anodino él…que aburre. Soledad Villamil es la divina de siempre. Y ¡oh surprise! Santiago Segura (sí, señor, el viejo y conocido Torrente) se come la película. Metido en la piel de jefe de un estudio de arquitectura –de esos que construyen jaulas de conejo a cuatro mil dólares el metro cuadrado. No sé si fue porque yo justo había leído la novela, pero me pareció una peli básica, sin sutileza y sin sorpresa.
Oscar Martínez se luce como Nelson Jara, un papel intimidante y bastante complejo y sin duda la mejor parte de la película.
Los demás actores son serviciales, pero la película en general es una decepción. No cierra bien varios de sus arcos narrativos, el plot twist de la cinta es bastante predecible, los personajes son simplones, hay tomas mal editadas o elegidas en la cinta y en momentos es obvio que hubo un proceso de lineas re-grabadas en post producción.
Pese a su buena fotografía y planteamiento interesante, no la recomiendo.
La trama, nos muestra como resolveríamos actitudes pasadas inesperada. La importancia de nuestras decisiones. Muestra las debilidades que tenemos y lo que somos capaces de hacer ante la desesperación. Nos lleva a corroborar, una vez más, que las cosas no siempre son lo que parecen. El final, puede tener varias interpretaciones. Por eso hay que verla, para palpitar el desenlace.
Nos mantiene atentos. Con excelentes actuaciones; la aguda mirada de Furriel, la frialdad de Martínez, el terror de Villamil, la manipulación de Segura, los prejuicios de Novoa, se conjugan para potenciar la intensidad del film. La calidad de la fotografía nos devuelve unas magníficas imágenes. ¡Muy buena!
Los actores están todos bien en su labor y la historia es muy buena pero tengo fuertes discrepancias con el tono con el que se lleva adelante la película, sus tiempos y cuestiones técnicas que me distrajeron como errores de continuidad. Estos comentarios son siempre re subjetivos pero en este caso yo sentí que el film no tenía alma.
Buena peli pero tampoco es excelente o para recomendar vayan corriendo a verla.Martinez y Furriel estan muy bien.El dueño del estudio Segura tambien que hace de villano y Villamil mucho no le crei en su mirada me parecio demasiado sobreactuada su desesperacion por no ser descubierta.La musica me encanto 1 punto mas.Con Laura Novoa me cague de risa y con la hija de ambos.Un chanta Jara yo me crei el verso de que la pared se caia por culpa de la obra hasta que al final se sabe todo.Buena peli del cine nacional,no mas.Para mi 7 puntos.Ojala se lo vea mas seguido a Joaquin Furriel en la pantalla grande,tiene mucho para dar.
NO soy fan del cine nacional, pero soy arquitecto y me fumé vecinos como Jara. Lo que no me gustó creo que no es culpa de la película sino del libro. Tranquilamente podría haber sido un thriller más comercial, y la vida del arquitecto, ser lo secundario. Pero funciona al revés, y a mi entender, mal, porque el arquitecto que interpreta Furriel es poco creíble, más visto como se lo imagina la sociedad que como en realidad es. La pauta la da la elección de edificios que hace, que no tenga celular (!?), lo que dibuja. Se ve como un arquitecto, pero no actúa como tal, y el estudio tampoco es creíble. La famosa vuelta de tuerca del cine argentino, que evita que sea más disfrutable y digerible.
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