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	Una excelente propuesta que explora en detalle la vida y obra del compositor Ennio
	Morricone, quien falleció a los 91 años en julio de 2020, un tiempo después de
	completar la entrevista que brindó en este film.
	El director de Cinema Paradiso, Giuseppe Tornatore, le rinde un emotivo homenaje con
	un documental muy completo que analiza en profundidad el proceso creativo que dio
	origen a melodías icónicas de la producción cinematográfica del siglo 20.
	El extenso testimonio de Morricone se complementa con la participación de numerosos
	artistas que trabajaron con él o cuyos trabajos tomaron una influencia de sus obras.
	Entre elllos sobresalen las presencias de Quincy Jones, Bernardo Betolucci, Dario
	Argento, Quentin Tarantino, Clint Eastwood, Bruce Springsteen, James Hetfield de
	Metallica, Pat Metheny, Oliver Stone, Hans Zimmer y John Williams.
	Uno de los aspectos que más me impresionó de la historia y desconocía es el enorme
	rechazo que despertó Ennio entre sus colegas en los comienzos de su carrera, ya que
	para el ambiente de los compositores la música de películas no era considerada una
	rama artística.
	Todos esos elementos innovadores que le aportó a las melodías populares que
	conocemos, como el uso de las guitarras eléctricas o los gritos guturales, en su momento
	fueron tomados como una aberración y pasaron muchas décadas hasta que obtuvo el
	reconocimiento de sus pares.
	Hoy toda esta cuestión parece un delirio pero resulta interesante ver en su contexto
	histórico los motivos que generaban tanto rechazo en los círculos académicos de la
	música.
	La película de Tornatore, que cuenta con una duración de dos horas y media,  repasa la
	cronología de la carrera de Ennio y lo largo de su relato el artista aporta numerosas
	curiosidades detrás de sus trabajos  más famosos.
	 
	Una que me impactó en particular fue el hecho que él detestó la composición final de
	Los Intocables y le pidió a Brian De Palma que utilizara cualquier pieza del material
	que entregó menos esa.
	El film también aborda su relación conflictiva con la Academia de Hollywood y el
	escándalo de la ceremonia de 1987, cuando perdió el Oscar por la banda sonora de La
	misión que en la actualidad es considerada una de sus obras maestras.
	Me cuesta creer que alguien que sienta una pasión genuina por el cine no disfrute de
	esta gran labor de Tornatore, quien fusionó de un modo original el tributo con el estudio
	analítico de la obra del maestro italiano.
	Pese a su extensa duración el relato que se presenta es tan apasionante que te olvidás por
	completo del paso del tiempo.
	Para quienes disfrutan de estos temas es un material de visionado obligatorio.