Las proyecciones para la prensa (llamadas privadas en la jerga) suelen ser siempre iguales. Somos las mismas cuarenta personas que nos vemos las caras casi ...
Yo estuve ahí. Viggo dijo eso pero después defendió la película. Lo loco es que nadie chifló ni se quejó o fue a quejarse durante la proyección, se quedaron todos sentados comiéndose las escenas unas tras otras sin subtítulos. Deben haber pensado "otra de autor, más snob que nunca, tanto que no subtitulan ni el danés ni el francés"). Nos estamos acostumbrando al snobismo de una forma alarmante.