"Alfred. Gordon. Lucius. Bruce . . . Wayne. Nombres que han llegado a significar mucho para mi. Hoy, estoy a tres semanas de decir un último adiós a estos personajes y este mundo. Es el noveno cumpleaños de mi hijo. El nació mientras el Tumbler era armado en mi garage con partes aleatorias de maquetas. Mucho tiempo, muchos cambios. Un giro de aquellos sets en donde un poco de acción de disparos o un helicóptero eran eventos extraordinarios por los que se trabajaba durante días hasta ahora. donde las multitudes de extras, demoliciones o la violencia a miles de pies en el aire, se han vuelto algo familiar.
La gente pregunta si siempre la planeamos como una trilogía. Eso es como que te pregunten si tenías planeado crecer, casarte o tener hijos. La respuesta es complicada. Cuando junto a David comenzamos a planear la historia de Bruce, soñamos con lo que podría venir después, pero luego retrocedimos, por no querer mirar mucho dentro del futuro. No quería saber aquellas cosas que Bruce no sabría. Quería vivirlo con él. Le dije a David y Jonah que pusieran todo lo que sabían en cada película mientras la hacíamos. Todo el elenco y el equipo puso todo lo que tenía en la primera película. No nos guardamos nada. No dejamos nada para una próxima película. Construyeron una ciudad completa. Luego Christian, Michael, Gary, Morgan, Liam y Cillian comenzaron a vivir en ella. Christian absorvió gran parte de la vida de Bruce Wayne y la hizo totalmente convincente. Nos permitió entrar en la mente de este ícono popular sin permitir que nos dieramos cuenta de la naturaleza caprichosa de Bruce.
Nunca pensé que haríamos una segunda ¿Cuántas buenas secuelas hay? ¿Para qué arriesgar esa suerte? pero una vez que supe a donde llevaría a Bruce, y cuando comencé a vislumbrar al antagonista, realizarla se convirtió en algo esencial. Queríamos reagrupar al equipo y volver a Ciudad Gótica. Había cambiado en tres años. Era más grande. Más real. Más moderna. Y una nueva fuerza del caos estaba pasando al frente. Era EL payaso atemorizante, traído a la vida de forma espeluznante por Heath. No nos guardamos nada, pero había cosas que no pudimos hacer en la primera película: que el traje de batman tuviera el cuello flexible, filmar en formato IMAX. También cosas con las que nos acobardamos como destruir el batimóvil, quemar el dinero sangriento del villano para mostrar su completa indiferencia por las motivaciones convencionales. Tomamos la supuesta seguridad de una secuela, como licencia para lanzar una advertencia al viento y encaminarnos a los rincones más oscuros de Gótica.
Nunca pensé que haríamos una tercera ¿Ha habido alguna gran segunda secuela? pero seguía preguntándome sobre el final del viaje de Bruce, y una vez que lo descubrimos junto a David, tenía que verlo por mi mismo. Teníamos que volver a lo que apenas nos habiamos animado a susurrar en aquellos primeros días en mi garage: Hemos estado haciendo una trilogía. Llamé a todos unirnos en un nuevo viaje a Ciudad Gótica. Cuatro años después, todavía alli estaba. Incluso parecía un poco más limpia, un poco más prolija. La Mansión Wayne había sido reconstruida. Los rostros familiares habían regresado...un poco más viejos, un poco más sabios… pero no todo era lo que parecía.
Gótica se estaba pudriendo en sus bases. Un nuevo mal estaba burbujeando desde abajo. Bruce pensaba que Batman ya no era necesario, pero estaba equivocado, al igual que lo estaba yo. Batman tenía que regresar. Supongo que siempre lo hará.
Michael, Morgan, Gary, Cillian, Liam, Heath, Christian Bale. Nombres que han llegado a significar tanto para mi. Mi tiempo en Ciudad Gótica, al cuidado de una de las figuras más grandes y duraderas de la cultura popular, ha sido la experiencia más desafiante y gratificante que un cineasta habría de desear. Echaré de menos a Batman. Me gusta pensar que el me extrañará también, pero nunca ha sido particularmente sentimental."