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Espejos siniestros es la remake hollywodense del film coreano Into the Mirror del año 2003.
Como ven cada vez esperan menos tiempo para refritar a los fantasmitas de Oriente. La particularidad de este estreno es que se trata de un film realizado por el cineasta Alexandre Aja, quien en varias entrevistas manifestó su antipatía con el terror oriental.
Este joven cineasta francés resultó una de las grandes revelaciones de este género en los últimos años con muy buenos filmes como Alta Tensión y la sangrienta remake de El
despertar del Diablo (The Hill Have Eyes) de Wes Craven.
Cuando le ofrecieron hacer la versión americana de Into the Mirror al principio rechazó el proyecto ya que el film original le había aburrido y no lo encontraba interesante. Algo con lo que coincido plenamente ya que la película es aburridísima y se podría discutir si era realmente un film de terror, más allá que contaba una huevada similar a The Grudge.
Aja ya había anticipado que iba encarar la remake por otro camino y es lo que hizo afortunadamente para los que detestamos el terror de Oriente.
Si viste los trabajos anteriores del francés en los primeros cinco minutos el film deja en claro quien está a cargo de la dirección.
Esta versión prácticamente no tiene nada que ver con la película coreana y en realidad es un vaga adaptación de la trama original.
Aja conservó la premisa de los espejos y el ex policía que trabaja como vigilante nocturno, pero después la historia la encaminó por otra dirección.
Acá no aparece la clásica fantasmita de largos cabellos que ya es un clásico repetido en
esta clase de propuestas, sino que los espectros son más aterradores.
El director orientó más este proyecto hacia la clases de filmes clásicos americanos sobre fenómenos paranormales como Poltergeist y Terror en Amityville.
Aunque sus películas anteriores son mejores, Espejos Siniestros fue un buen vehículo para este realizador que pudo trabajar el terror desde un enfoque distinto.
En este caso el gore y la violencia brutal quedaron relegados a un segundo plano y la película se sostiene con los climas de suspenso que están muy bien logrados y el trabajo de Kiefer Sutherland.
El edificio donde se desatan los hechos extraños con los espejos es fabuloso y representa un gran logro de los artistas involucrados en el diseño de producción.
Tal vez la mayor debilidad del film reside en el guión, donde Aja se mete en un embrollo al explicar la maldición de los espejos que resulta un tanto confusa. La conclusión me pareció que se alargó sin necesidad.
Pese a todo, en comparación con las remakes de La Llamada, el Grito o El ojo del mal este estreno es claramente superior y brinda un entretenimiento decente dentro del género de terror.