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Guerrilla, la segunda parte de la historia del Che, dirigida
por Steven Soderbergh parece más un film independiente
sobre la vida del revolucionario que la segunda parte de un
proyecto que forma parte de una obra integral.
De hecho, podés ver este estreno tranquilamente sin
haber conocido El Argentino, ya que todo lo que tiene para
decir el director sobre el Che lo retrata en un par de líneas
al comienzo de los créditos iniciales.
Nos cuenta que Ernesto Guevara formo parte de la revolución
Cubana junto a Fidel Castro y en la cubre de su fama y poder
desaparece misteriosamente para comenzar una nueva misión
en Bolivia con el objetivo de liberar al país de una
dictadura militar.
¿Por qué eligió ese país para
continuar con el proceso revolucionario? ¿Por qué
Fidel Castro no estaba de acuerdo con ingresar a Bolivia en
ese momento? ¿Cuáles era las diferencias que
tenían Guevara con Castro?
Para alguien que cuenta con información histórica
sobre este tema no necesita respuestas para esas preguntas
y seguramente disfrutará el trabajo de Soderbergh como
una pieza fantástica de eso que algunos llaman “cine
arte”.
Sin embargo, para el espectador que no está al tanto
de la historia creo que la película brinda una mirada
superficial de la incursión del Che en Bolivia, donde
la imagen que deja de este personaje histórico es la
de un idiota testarudo que mandó al muere a un montón
de gente sin sentido y eso no es del todo cierto.
La mejor escena de este film está protagonizada por
una excelente participación de Lou Diamond Philip (Young
Guns), quien interpreta a Mario Monje, referente político
boliviano de izquierda que en un momento plantea por qué
los partidos políticos de izquierda no apoyaban el
accionar del Che, pese a que compartían la misma meta.
Reitero, para el público que no es erudito de Guevara
es el único momento que le brinda el film para comprender
un poco lo que ocurría en ese momento en Bolivia y
por qué mucha gente de ese país no quería
saber nada con el Che.
Guerrilla se centra en recrear la fallida misión de
Guevara en ese lugar hasta que lo captura y no va más
allá de eso.
La película carece de emoción y falla por completo
en retratar que pese a ser capturado y fusilado, el Che logró
una victoria mayor al ser ultimado por el ejército
boliviano.
Su muerte tuvo una influencia enorme en muchísimos
movimientos sociales y revolucionarios de izquierda en los
años siguientes (los Tupamaros en Uruguay, por ejemplo
es una caso contundente) que cobraron mucha más fuerza
a partir de la desaparición del guerrillero.
De acuerdo a este estreno la historia de Guevara terminó
con su fusilamiento y no es así.
Creo que no costaba nada tocar este tema con información
en unos párrafos durante los créditos finales,
en lugar de dejar la película muda sin música.
Durante dos horas acompañamos a los guerrilleros de
un lado para el otro en la selva
hasta que los derrotan sin que se genere una conexión
con los personajes producto a que es un film que carece por
completo de pasión.
En este punto la diferencia con El Argentino es más
que evidente.
Al igual que Mel Gibson en Apocalypto, el director Soderbergh
le sacó el jugó a la tecnología digital
en la selva y en materia de realización sobresalen
los puntos más fuertes de este estreno.
Visualmente la película es impecable y Benicio Del
Toro continúa con la gran interpretación que
brindó en la película anterior.
Franka Potente, como la guerrillera Tamara Bunker, cuya historia
de vida merecería un film propio, sobresale con su
acento argentino. Una grossa.
HABLA MÁS CLARO QUE MARIANO MARTÍNEZ EN LA NOVELA
DE CANAL 13!!
Requiere un trabajo importante cambiar la manera de hablar
de esa manera para alguien que ni siquiera es latino y me
parece que estuvo muy bien.
Hay también un cameo sorpresa de un miembro del elenco
de la Gran Estafa que es totalmente bizarro, sobre todo por
el contexto de la escena en que aparece, pero resulta divertido
de ver.
Si bien Guerrilla es un film menos pasional y emotivo que
El Argentino, si vemos esta producción de Soderbergh
y Del Toro como una obra integral de cuatro horas no quedan
dudas que es lo mejor que brindó el cine sobre este
personaje histórico y ese sí es un gran logro
de los realizadores.