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Glass es una película que integró la lista de las producciones más esperadas del 2019 y la expectativa que había por este estreno era enorme.
Las razones eran más que justificadas.
El protegido, en mi opinión la mejor obra de M.Night Shyamalan, fue una producción que en el año 2000 deconstruyó con mucha creatividad el género de supehéroes en el cómic a través de un thriller psicológico fascinante.
Luego vinieron "los años oscuros" del director y tras una sucesión de películas malas volvió a sus raíces con esa sólida propuesta de terror que fue La visita.
El hijo pródigo, odiado y denostado por los críticos, había regresado con todo su esplendor y un año después consolidó su compromiso con el buen cine en esa gran historia que fue Fragmentado.
Otra producción de bajo presupuesto donde pudimos disfrutar una de las mejores interpretaciones en la carrera de James McAcoy. Más allá de ciertos elementos bizarros la película era buena y se disfrutaba bastante.
Sin embargo, ese giro inesperado del final donde el director conectaba la trama con el mundo de El protegido generó que las grandes expectativas por su siguiente trabajo estuvieran justificadas.
Glass, la producción que concluye esta trilogía, finalmente llegó a los cines con una reacción negativa bastante exagerada de la crítica norteamericana.
El modo en que el director concluye la trama no dejará a todos los espectadores conformes, pero tampoco es la peor película de la carrera de Shyamalan como anunciaron en algunas reseñas.
El film tiene un comienzo muy sólido donde el director recupera el mejor Bruce Willis de Hollywood que no aparecía desde el estreno de Looper, en el 2012.
Tras varias películas malas que hizo para el dvd en los últimos años al actor se lo nota mucho más comprometido con el rol de David Dunn.
El primer acto de Glass funciona como una continuación de El protegido y luego se fusiona con la historia de Fragmentado donde McAvoy vuelve a ofrecer otra interpretación memorable. Quienes se engancharon con el personaje de Kevin y la Horda en esta película lo van a disfrutar más todavía, ya que sobresale como la gran figura destacada del reparto.
Por ese motivo también resulta una exageración el ensañamiento que hubo con el director porque su trabajo funciona muy bien en varios aspectos.
En general el elenco se luce con sus interpretaciones y el misterio que establece el conflicto está bien construido.
Las debilidades de Glass cobran fuerza en la segunda mitad cuando el relato de Shyamalan se vuelve redundante. Por momentos hay un exceso de explicaciones en el argumento donde se repiten conceptos que a esa altura el espectador ya tiene claro.
Por otra parte, el director comete el error de desplazar al rol de Bruce Willis a un plano muy secundario y el encuentro entre los tres personajes no tiene el impacto esperado, sobre todo por el rumbo que toma la historia hacia el final.
No es que la conclusión sea mala, sino que el modo en que Shyamalan desarrolla el giro inesperado del final deja demasiadas incógnitas abiertas y hay algunas acciones de los personajes que no tienen mucho sentido.
Por eso la película deja ciertos sentimientos encontrados ya que Glass se disfruta mucho en el cine, los tres protagonistas están impecables en sus roles, pero el destino final al que arriba el argumento no explota el potencial que tenían estos personajes.
Lamentablemente no se puede desarrollar esta cuestión sin meternos en terreno de los spoilers.
De todos modos si esta era una película que esperabas mucho yo recomiendo disfrutarla en el cine y no dejarse llevar por las impresiones ajenas. Después vendrá el tiempo del debate donde Glass deja varios temas para discutir.
Si bien el destino final al que llega la trilogía no dejará satisfecho a todo el mundo, el viaje que propuso Shyamalan con estos personajes fue fabuloso y elijo quedarme con eso.
El director creó un universo de ficción muy interesante que no estaba basado en ninguna franquicia literaria y exploró la psicología del género de superhéroes con un enfoque original que no encontré en otras producciones.
Por ese motivo no sería extraño que el amante de la historieta valore a Glass, con todas sus debilidades, un poco más que el público general menos aficionado a estos temas.