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Es un thriller de corrupción policial que sucede en Medio Oriente, durante los días previos a la Primavera Árabe. Realmente la historia podría suceder en cualquier lado. Los personajes no tienen marcas de identidad tan fuertes que no puedan moverse en otras geografías. Son policías corruptos, que se mueven en un ambiente de corrupción generalizada. Podrían ser latinoamericanos o de un barrio pobre en cualquier país desarrollado. Pero ambientarla en Egipto le permite mostrar, indirectamente, el clima social que sacudía a los árabes en ese momento. La historia resulta predecible, pero gana por la naturalidad con la que los personajes muestran el entorno que los rodea.

Muy entretenida. Los personajes no se traicionan, pero tampoco se quedan sin evolucionar. El humor es el necesario para que los niños la disfruten, pero no impide el progreso de la historia. Se nota que está hecha por alguien que no sólo conoce, sino que también disfruta, las historias de superhéroes. No pude encontrar entradas para la función subtitulada, así que la vi doblada y no salí defraudada. Acá el doblaje se limita a lo que debe ser, sin agregarle referencias extras. Los actores del doblaje encontraron el tono para sus personajes, sin querer ser ellos las estrellas, como ha pasado recientemente. Ahora, algo inquietante: el corto Bao. Me encantó, pero es muy inusual para ser Disney.

Para mí, está sobrevendida. Es una película entretenida, pero se queda en eso. Ni visualmente, ni narrativamente, llega a ser una obra maestra. Tiene problemas de ritmo y le falta intensidad si pretende generar terror. Collette actúa muy bien, pero el cambio de su personaje es muy abrupto. Y el final tiene partes muy forzadas. Allí perdieron toda la sutileza con la que se venía contando la historia. En fin, no me parece una mala cinta, pero creo que podría haber sido mucho mejor de lo que fue, que tiene dificultades en la realización. El problema está en cómo las partes se conectan y en lo que dejan por fuera del relato.

Es puro sadismo y violencia, pero también tiene mucho corazón. La vinculación afectiva de los personajes logra movilizar al espectador. Dado que tengo poca relación con este tipo de cine, la historia se me hizo poco predecible y eso le dio valor agregado. Yo la definiría como una experiencia muy intensa.

A mí sí me gustó. Creo que la gente no entiende que es una película derivada sobre el personaje más jovial del universo Star Wars. La película no puede ser sombría porque Han Solo no es un personaje sombrío, ni se mueve por una fuerza mística vital. Es el típico delincuente con escrúpulos, que al final salva el día. Concuerdo con que no tiene razón de ser, pero a estas alturas ni las secuelas tienen razón de ser, salvo seguir estirando el negocio. Sin embargo, eso no la hace mala película. Es sumamente entretenida y el trabajo de Ehrenreich es genial, porque captó a la perfección los ademanes de Harrison Ford, pero supo ver que su versión de Han Solo debía ser más inocente

¡La amé! Es una típica película de Wes Anderson, pero a la vez es donde más se distancia de lo que siempre fue, porque es una historia que tiene crítica social. Los personajes son encantadores y la historia es emotiva, sin ser sensiblera. La animación se destaca, sobre todo en el manejo de las expresiones de los perros. Tienen identidad propia, sin perder sus rasgos animales.

Peca de larga, es predecible y puede que le sobren personajes, pero es una película divertida, con una mirada muy sensible sobre las dificultades para la integración de refugiados en la Alemania actual. Me gustó que no es condescendiente con los personajes y las culturas que representan. No idealiza ni a los alemanes, ni a los refugiados, pero muestra que la convivencia es posible.

A mí me pareció una película muy sensible sobre cómo nos cambian los hijos y el paso del tiempo. La Marlo de Charlize Theron es tan real que duele, porque es una mujer hecha de contradicciones, buenas intenciones y muchas frustraciones, pero que debe amigarse con su realidad y saber pedir ayuda, porque la maternidad puede ser una experiencia agotadora. Es divertida, está bien actuada y tiene momentos que conmueven.

Es como la primera, pero con un presupuesto más grande. No tiene grandes novedades, pero es muy entretenida y divertida. El humor nunca decae y todos los personajes son encantadores a su modo. Ryan Reynolds ha demostrado ser un tipo muy genial: como guionista tiene chispa, tiene ritmo para la comedia verbal, así como para la física, y sabe burlarse de sí mismo.

Es una típica película de Kean Loach, es decir ahonda en las consecuencias sobre la vida humana de los conflictos políticos, en este caso el papel de los contratistas civiles que brindan servicios de seguridad en Iraq y otros países en guerra. La película no ahorra detalles para explicar lo inhumana que es la guerra, la enorme codicia que hay detrás de los proyectos de liberación de ciertos pueblos y la dificultad que tienen los soldados profesionales para llevar una vida sin violencia.