Películas comentadas Volver al perfil publico

Tenía todo para ser una buena película: actores talentosos, una ambientación impecable y una historia sugerente, como todas las de Bioy Casares. ¿Qué falló? Que los personajes no lucen naturales, ni cómodos. Recitan sin gracia y sin energía los parlamentos, exceptuando el de Florencia Peña. No se creen lo que supuestamente están viviendo y en toda película, del género que sea, los personajes deben verse y oírse como si todo lo que les pasase fuese real. Por eso, uno no llega a conectarse con los personajes, a emocionarse o indignarse con lo que hacen. Un desperdicio, porque la idea era buena.

La vi en una función especial y me gustó. Reconstruye de una forma muy creíble el origen de la crisis financiera del 2008 y el mundo de las finanzas a alto nivel. Sin embargo, no creo que sea el tipo de película que le guste a todos los públicos. De hecho, creo que muchos la tildarán de aburrida, porque acá la acción es discursiva. Los personajes se la pasan hablando entre ellos, lo cual les permite lucirse con las actuaciones. Coincido con que Jeremy Irons se roba la pantalla, a pesar de ser el último de los personajes que aparece en escena. Mención especial para Demi Moore, la única mujer del reparto, lo cual es coherente con ese mundo. Demi aparece con las arrugas acordes a su edad.

Una adaptación muy fiel de la obra de teatro original. Si bien las actuaciones son excelentes, es el tipo de historia que se engrandece en el teatro, por la intensidad que permite la puesta en vivo.

Aunque muy divertida, este tipo de películas hace pensar que la sociedad va a la completa estupidización. El problema no es lo que los personajes hacen, sino que jamás hay en ellos algún tipo de crecimiento emocional, que es lo que se espera de este género. Es como un capítulo extendido de Wild on o girls gone wild. Lo que pasa en la trama no lo veo tan irreal, teniendo en cuenta que los personajes son estadounidenses. Tal vez la fiesta tiene dimensiones más grandes de las normales, pero un estadounidense de la edad de los personajes suele asistir a fiestas de ese tipo, a menos que sea de una comunidad muy conservadora.

A mí me pareció muy buena. Estamos demasiado acostumbrados a que las películas de espías sean películas de acción y ésta no es una película de acción. Es un drama sobre el costo emocional y familiar de llevar un trabajo como el de espía. Además es un retrato de Europa en la guerra fría: una Europa aparentemente en calma pero llena de intrigas. Es un relato lento, pero precisamente eso es lo que permite adentrarse en la personalidad compleja de cada uno de estos espías. No son héroes, algunos ni siquiera sienten simpatía por otros seres humanos y sin embargo su deber es mantener el equilibrio entre las potencias. El final me pareció hermosísimo, con esa canción melancólica de Julio Iglesias

La película me gustó por dos razones: 1. Es una de las pocas películas que trata el 11 de septiembre como una tragedia humana y no como un asunto de seguridad nacional. La película obvia cualquier referencia patriota sobre el tema y eso la hace más profunda. 2. La actuación de Thomas Horn. Parece el típico personaje infantil que dice cosas demasiado inteligentes para su edad. Sin embargo, la historia nos hace entender que sufre del síndrome de Asperger, una forma de autismo que lo vuelve obsesivo, metódico y lo hace comprender todo de manera literal. La gran tragedia del personaje no es necesariamente perder a su padre, sino saber que en el mundo pasan cosas que no tienen sentido.

La realización es impecable, pero la resolución de la historia es de película de Disney. Como toda película con animales, las vicisitudes por las que pasa el animal terminan haciendo llorar a la audiencia. El caballo es el protagonista, por lo cual las actuaciones sobresalen menos. Lo que me pareció muy interesante es que la trama no sataniza al bando alemán de la primera guerra mundial. Al contrario, construye personajes alemanes muy humanos y eso hace que la guerra se vea más cruel.

No es una película muda; es una película sin diálogos que es distinto. Es una muestra de que el cine puede construir un lenguaje universal, pues las palabras no son necesarias para comprender la historia. El trabajo de los actores es notable, ya que no solo se hacen entender con nada más que sus gestos, sino que captaron a la perfección cómo se movían los actores de aquella época. Otro sobresaliente es la recreación de los estudios de cine de la época. Es una bella película, a la que solo hay que darle unos minutos para que lo enamore a uno.

Entretenida, pero predecible. Es una película pochoclera en todo el sentido de la palabra. Dwayne Johnson no es un buen actor, pero funciona como héroe de acción.

No es la mejor película de Scorsese. De hecho, parece la más inusual de su filmografía, pero si se ha visto la serie de documentales que sobre el oficio del director hizo Martín Scorsese, especialmente "Un viaje personal a través del cine americano", todo cobra sentido. Esta película es su homenaje a un arte que le permitió hacer sus sueños realidad, pero también a uno de los hombres que lo llevó a convertirse en lo que es. Martín Scorsese es ante todo un cinéfilo; no sólo disfruta hacer películas, sino que disfruta ver el cine que hacen los demás. Cuando habla sobre el cine, lo hace con total humildad. No quiere dar cátedra, sino contar qué hace especial una película. Y eso es Hugo.