en la Web
¿Pueden imaginarse a otro actor que no sea Robert Downey Jr interpretando a Tony Stark?
Algún día sucederá, pero cuesta mucho crear la imagen. Ahora bien, ¿Qué pasa si nos vamos un poco más atrás en el tiempo? Antes del Universo Cinematográfico Marvel.
Allí es donde nos toparemos con el proyecto de una película de Ironman protagonizada por Tom Cruise. Por ello, aquí una nueva entrega de “Grandes películas que no vimos”.
Recordemos que dentro de los pasillos de los diferentes Estudios que tienen base en Hollywood podemos encontrar historias de todo tipo. Algo que llama mucho la atención es la cantidad de millones de dólares que se gastan en películas que nunca llegan a realizarse. Años de laburo archivados en una bóveda. Con el correr del tiempo, muchos involucrados en estos proyectos han hablado e incluso hecho documentales al respecto.
El camino de la armadura
Hacia finales de los 80s y principios de los 90s Marvel estaba rematando los derechos de sus personajes. Así fue como en 1990 Universal adquiere la licencia del Hombre de Hierro.
El plan original era hacer una película de bajo presupuesto, pero no se llegó a nada pese a tener un guión dando vueltas por ahí. Finalmente en 1996 Fox le compra los derechos y el proyecto se puso más serio. El estudio se encontraba trabajando de manera activa sobre las propiedades X-Men, Fantastic Four y otras más.
Se le encargó al guionista Jeff Vintar una historia y Stan Lee colaboró con lo que terminó siendo algo de ciencia ficción que incluía a Modok como villano. El guión pasó por muchas reescrituras y en 1999 se le ofreció a Quentin Tarantino, quien lo rechazó enseguida.
Llegado el nuevo milenio Fox le vendió los derechos a NewLine Cinema porque tenía demasiadas franquicias de superhéroes en desarrollo y no podían hacer todas.
Así fue como en 2000 un nuevo guión empezó a formarse, pero recién en 2002 cuando se sumaron Miles Millar y Al Gough, creadores de la serie Smallville y que recién habían sido contratados para escribir Spiderman 2 (2004), el proyecto empezó a tener más fuerza.
Millar y Gough se alejaron del proyecto, pero los productores estaban muy entusiasmados. Así que decidieron hacer algo totalmente distingo: un casting de guionistas, pero de un modo muy particular.
Citaron a David Goyer, quien luego escribiría la trilogía de Batman de Nolan, David Hayter, guionista de las dos primeras X-Men, y Mark Protosevich, quien había escrito guiones de Batman no usados y que luego terminó escribiendo Thor (2011).
Los tres fueron sentados en una oficina durante tres horas (mientras eran filmados) para hablar del personaje y desarrollar sus ideas. En base a eso los productores decidirían a quién pagarle la suma de 1.200.000 dólares por el trabajo y el elegido fue Hayter.
La historia que decidió contar era de origen. Secuestraban a Tony (el responsable era El Mandarín) y él tomaba conciencia de que su rol con las armas tenía que cambiar. Por eso decide no fabricarlas más y se convierte en Ironman.
Pero su padre Howard no estaba de acuerdo y termina siendo uno de los villanos de la película en forma de War Machine. El rodaje estaba pautado para 2005 y se anunció abril de 2006 como fecha de estreno.
El director que se iba a hacer cargo era Nick Cassavetes, quien había tenido mucho éxito con The Notebook (2004). Pero sin dudas lo que más llamaba la atención de este proyecto era su protagonista: las reuniones con Tom Cruise estaban avanzadas y era casi un hecho su incorporación.
Y si bien el resto del cast no estaba confirmado, se sabe que hubo reuniones para que Jamie Foxx interpretara al Coronel James Rhodes y Famke Janssen a Bethany Cabe.
¿Por qué no se hizo?
Por legalidad. En 2005 vencía la licencia que NewLine le había comprado a Fox y tenía que negociar con Marvel la renovación. Pero la empresa ya tenía sus propios planes, los que ya todos conocemos y que se anunciaron en 2006 de la mano de Jon Favreau para estrenarse en 2008.
El resto, es historia.
Matías Lértora
