Películas comentadas Volver al perfil publico

Muy buena. Se disfruta de punta a punta. Dos falencias. El asunto de la ampolla con el veneno en el coche, de la cual no se entiende cómo llega ni porqué se la emboca el socio y no se muere, y el actor Nicolaj Coster-Waldau, que no dá el fisic du rol ni por lejos. No es que actúe mal, es que actúa mal el papel y la cara dá para telenovela de Pol-Ka.

¡Excelente! Ni precipicio, ni picada, ni derrape, ni ¡leches!. Esto es pura creatividad. Ya la primera había sido buenísima y las otras aceptables. Acá, ya no daba para más el viejo Bourne, mas el dulce pasa por su creación: Treadstone, Blackbriar y Outcome. Con una diferencia: frente a la intriga de espionaje de Ludlum, Gilroy creó a un superhéroe digno de la pluma de Stan Lee. Más fuerte, más inteligente y luchando contra sus creadores, los más malos y truchos de América. Si hasta tiene ya una saga de villanos perfectos: los terminators LARX. La explicación genética, impecable. Todo aquel que tenga nociones de biología celular lo sabe. La motopersecusión: de lo mejor. Un nuevo comienzo.

Las películas sobre historias reales suelen ser un aspecto parcial del cine, por tanto, nunca las he considerado verdadero cine. Son otra categoría. Como un libro de historia, por muy bien contado que esté, no es literatura artística. Esta película es muy emotiva y uno se siente bien al verla. Como relato, es excelente.

No muchachos, no es así. Lo único bueno de esta película es aprender cómo la STH te puede mantener joven a los 66. ¿Guiños? ¿Alusiones? Todos tan obvios que hubiese sido preferible un cartel publicitario. Ni acción, ni aventuras, ni comedia. Nada de eso bien hecho, como para que que se parezca a una de Guy Ritchie. La única razón por la cual salí conforme del cine es que el pochoclo estaba fresco, no gomoso como otras veces. Mal elegido el nombre. Debería llamarse, The Expendables 2: El regreso del Koleston. Faltaban sólo Nimo y Bialo, en papeles secundarios.

Buenísima, salvo por un detalle: la estatua de Cabré haciendo morisquetas. En todos los aspectos. La recreación es excelente, la historia es muy creativa, la vinculación histórica perfecta. Una muestra de los sentimientos peronistas que hará que más de uno suelte una lágrima y que, quizás, algún gorila comprenda la importancia de la mística política para hacer buenos a los hombres. Una sub-historia policial excelente, mostrando cómo las casualidades, en manos de hombres duchos, se transforman en éxitos. Franchella: un talentazo, tanto que nos apena su desperdicio durante tantos años haciendo de Franchella. Nicolás Cabré, por favor... al garrote vil, con azotes previos!!. Ni para verdulero.

Buenísima. No sé si no es mejor que Borat. Le tenía un poco de desconfianza porque "Bruno" no me gustó tanto. En esta me reí todo el tiempo. ¿Soy un tonto? Bueno, posiblemente. ¿Es un humor previsible? Podría serlo. Mas, quien se ríe de Mr. Bean o de la definición de Ricardo Iorio acerca de Claudio Ma. Dominguez, seguramente se reirá de ésta. Y uno va al cine a ver una sátira para reir, no para otra cosa.

Bueno, no conocía la serie, ni la película , ni al Barnabás originales. La historia comienza muy bien, resulta muy interesante y uno espera una venganza que satisfaga nuestro deseo de justicia machista. Es decir machista en el buen sentido, el que debería tener el término si le diéramos algún sentido. Destruir a la mujer malvada y disfuncional para bien de todos. Pues, todo pierde completo sentido en una conclusión apresurada donde los fantasmas, hombres lobo y corporizaciones maléficas despiertan repentinamente. Johnny Depp es un genio. Se repite? Bueno, sí. Y quién no? Y Tim Burton está para recordarnos que la vida es un cuento de hadas de color oscuro. Aceptable. Nunguna risa.

Elefante Blanco es una mala película. Sí, es verdad, Trapero es un muchacho con talento y buenas ideas. Mas esta vez quiso hacer méritos ideológicos, quiso ser políticamente correcto y le salió un menjunje incomprensible. Qué vamos a decir? Que la villa se ve muy bien? Que Darín actúa natural? Señores, no hay historia. El cura templado, experimentado, capaz de ir a rescatar a su amigo al Amazonas va a tomar un arma y dispararle a un policía sólo para defender a un chico asesino al servicio de un narco? Absurdo. Que los personajes son creíbles? El monito no lograba imitar siquiera la jerga. El cura europeo constituye un personaje insustancial. Una mancha en la buena carrera de Trapero.

Le pongo cero porqe no sè còmo definirla. En realidad pertence a ese grupo de pelìculas que son malas pero aùn asì son muy buenas. Es decir, uno se và contento. Con respeto, creo que el crìtico completa los huecos como en la entrevista "cinèfila" de Benny Hill. Una pelìcula visualmente excelente, con todos los clichès hollywoodenses deleznables puestos de en sentido directo, no como guiño al entendido. No hay doble sentido. Toda la historia personal, vomitiva, la trama de la invasiòn, en principio excelente mas muy mal desarrollada, las imàgenes, superlativas. Luego, llena de incongruencias. Para verla, disfrutar y lamentar que la gran tècnica no suela unirse a la gran imaginaciòn.

Sorprendido. Yo soy adepto a los superhéroes, lo reconozco, no obstante siempre rechacé las "Ligas de la justicia", los "Superamigos", los "Borrachos del supertablón" y vengadores de cualquier especie. El superhéroe es solitario por escencia, salvo cuando tiene algún aprendiz en bombachudo como Robin, como licencia poética. No obstante, esta es buena. Porqué? Por la más sencilla de las razones, tiene lo que queremos los fanáticos: piñas, tiros y puteadas en cantidad. Toda película de superhéroes se vuelve un bodoque cuando nos hace la historia melodramática. Lo malo: justamente el patético Tony Stark haciendo de Franchela. Hay algo peor que un porteño canchero: un gringo canchero.