Lorenzo, un bohemio pintor cincuentón, está ansioso por el hijo que tendrá con su nueva esposa. Durante el embarazo, ella se obsesiona con el cuidado del bebé y trae a la partera de su país de origen, Noruega. Con el nacimiento de Henrik, el conflicto se agudiza [...]
Hábilmente explotada la intensidad trágica en la mirada de Joaquín Furriel por Sebastián Schindel, que ya lo dirigió en ‘El patrón’. Martina Guzmán siempre excelente. ‘El hijo’ es una película, cómo diré, rara. El director no acude a escenas del pasado sino a escenas del futuro. Con eso logra una estructura difícil y ajustada, tensa el aire hasta un límite imposible. La angustia por la posesión del hijo ya no es de los protagonistas sino del espectador.
En un pueblo del Noroeste de la provincia de Buenos Aires, un grupo de vecinos se organiza para recuperar la economía de la zona, pero cuando el Corralito se implementa en el país y sufren un fraude, sus esperanzas desaparecen. Ahora, se unirán para recuperar el dinero perdid [...]
Estaba sentada en la butaca y me decía ¡a esta película ya la vi! Como comienza en diciembre de 2001, claro, a esa película la vimos todos. Me repetía: no puede ser que yo haya visto ya al Chino Darín cortando esas plantitas. No puede ser que yo haya visto ya a Brandoni diciendo esas exactas palabras. Me jugó una pasada esa costumbre mía de no leer las críticas ni ver el trailer antes de un estreno. Bueno ¡qué había pasado!: que se trata de ‘La noche de la usina’ de Eduardo Sacheri. Había leído yo la novela con tanta intensidad que los personajes se me aparecieron tal cual. La argentinidad al palo.
Martin es un presentador de televisión de 42 años que desea adoptar un bebé y se lo comunica a su pareja Leonardo, con quién está hace 10 años. Leonardo siendo adoptado, tiene sus dudas con respecto al deseo de su pareja.
Excelente comedia, diré para empezar. Hay que verla, diré para seguir. Dos gorditos cuarentones y buenos tipos están en pareja y quieren adoptar. En realidad, uno de ellos, el otro se resiste y quiebra el pas de deux que el director Daniel Gimelberg les hace transitar hábilmente por la pantalla. Uno de ellos (Diego Gentile) es actor y conductor de programas de entretenimiento y el otro (Rafael Spregelburg) tiene un campito que atiende arriba de un tractor destartalado. Por fin un buen director que sabe hablar de estas cosas.
Octubre de 1944, Auschwitz. Saul Ausländer es un miembro húngaro del Sonderkommando, el grupo de prisioneros judíos separados del campo de concentración y obligados a asistir a los Nazis en la maquinaria destinada a la exterminación de personas.Mientras trabaja en [...]
El otro día fui a ver ‘El hijo de Saul’, la peli que ganó el Oscar a mejor película extranjera. Es la opera prima del húngaro László Nemes. En el campo de Auschwitz, un judío que ayuda a entrar en la cámara de gas a los otros judíos y les roba luego las pertenencias para llevarlas a los nazis, cuando sacan los cadáveres –las pilas de cadáveres desnudos– ve a un adolescente boqueando su último suspiro. Y se le mete en la cabeza que es su hijo. Si a alguien se le ocurre un argumento más lúgubre le doy un galardón color negro tinta china. Pero ese no es el núcleo. El tema es que el protagonista se pasa todo el film buscando un rabino para que le diga cómo enterrar a su hijo –que no es su hijo–
Acasusso, 13 de enero de 2006. Un grupo de ladrones ingresa a la sucursal del Banco Río y toma como rehenes a los clientes y empleados del banco. Llega la policía y el grupo Halcón. Un negociador intenta calmar a los ladrones, pero descubre que ya parecen estar bastante tranq [...]
El lema sería el siguiente: qué triste es ser rati botón y qué genial armarse de un botín sin perjudicar ni herir a nadie. Es verdad que la perspectiva está idealizada porque viene desde la mirada del personaje de Diego Peretti, un artista plástico, un bohemio obsesionado con la idea de pergeñar el plan perfecto. El hombre de traje gris, Guillermo Francella, era más atractivo y matizado en la realidad, me parece a mí, que ahora en la ficción. Pero vale…y vale un pilón. Y de la mujer que los buchoneó me acuerdo patente también; y recuerdo que pensé “con las mil y una formas que hay de vengarse de un hombre que nos abandonó ¡justo elegir la de irle con el cuento a la cana!”. No hay derecho.