El pasado fin de semana en un cine del Gran Buenos Aires se acercaron dos personas y compraron varias chequeras de entradas. Un total de 250 entradas.
Luego fueron a la boletería y cambiaron todas por dos funciones distintas de una misma película. En la sala no entraron esas personas. Fueron compras para "engordar" las cifras.
Esto es una práctica muy vieja, que era muy habitual hace algunos años, pero que hace tiempo no tenía reportes de los cines de que lo siguieran haciendo. Personalmente no se realmente si es para forzar al cine a una segunda semana por la cuota de pantalla o algún piso pedido para cobrar algún subsidio del INCAA. La película en cuestión la dejo de lado, porque no viene al caso. Quienes saben leer los reportes de Ultracine lo pueden notar en el compartamento irregular de cifras en determinados cines con dicha película.
La gran pregunta que se hacen los cines, es ¿qué pasará cuando los inspectores del INCAA encuentren una sala con 250 entradas vendidas vacía o 254 entradas y encuentren 4 personas adentro?
¿Les pondrán también una multa?